SANTIAGO (AP) — El canciller alemán Olaf Scholz efectuó el domingo la segunda escala de una gira por Sudamérica al arribar a Santiago, donde visitó el museo de la Memoria junto al presidente Gabriel Boric y posteriormente ambos sostuvieron una reunión en el Palacio de La Moneda.
Scholz se entrevistó con autoridades chilenas, parte de una agenda que también contempla intercambios con empresarios. Las conversaciones con Boric tocaron diversos temas, incluidos la guerra en Ucrania, el cambio climático y el desarrollo de nuevos proyectos energéticos renovables, en los que Chile podría convertirse en líder mundial en la producción de hidrógeno verde.
Además se firmaron convenios de cooperación en tecnología e innovación, capacitación minera, economía circular y energía. El monto de la inversión alemana en Chile supera los 1.000 millones de dólares, según datos del Banco Central.
Boric confirmó en rueda de prensa que, al igual que Argentina, su país fue invitado a formar parte del Club del Clima —una iniciativa que impulsa Scholz para avanzar en la mitigación de la crisis climática, la cual está integrada por países del G7 y el G20_, explicó el mandatario chileno.
Chile se ubica entre las economías emergentes con mayor potencial de inversión en energías limpias, “y como gobierno estamos trabajando muy firmes para no dejar pasar esta oportunidad”, señaló Boric.
“Las energías renovables y el hidrógeno verde serán de especial importancia. Chile tiene condiciones excelentes para producir hidrógeno de manera climáticamente neutra”, resaltó Scholz, ensalzando el proyecto piloto común inaugurado hace pocas semanas en la Patagonia. También mostró interés en el litio, del que el país sudamericano tiene grandes recursos, y otras energías sostenibles.
El canciller alemán destacó que la guerra de Ucrania no se trata “de un asunto meramente europeo”, sino de un desafío “para todo el orden internacional con graves consecuencias para el mundo”, como los precios de las materias primas y la seguridad alimentaria. Alemania agradeció la posición inequívoca de Chile respecto a esta materia.
Un tema central para ambos mandatarios fue la defensa irrestricta de los derechos humanos, con mención a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en el país, que se llevará a cabo este año.
En este tenor se habló sobre la situación de Colonia Dignidad, un asentamiento de colonos alemanes donde se cometieron atrocidades y violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), para los que no ha habido programas de reparación ni indemnizaciones suficientes ni por parte del Estado chileno ni del alemán. Ambos mandatarios se comprometieron a crear un centro de memoria en ese lugar.
“Agradecemos la voluntad del gobierno de Alemania de contribuir a la búsqueda de la verdad y hacer de la ex Colonia Dignidad un espacio de memoria”, enfatizó Boric.
Scholz llegó a Chile proveniente de Argentina, donde se entrevistó con el presidente Alberto Fernández y debatieron temas similares. Ese diálogo incluyó los acuerdos comerciales del Mercosur y la Unión Europea, los cuales están estancados desde hace años y se prevé se agilicen en los próximos meses.
Scholz partirá el lunes hacia Brasil para encontrarse con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la última escala de su gira por Sudamérica.
Alemania, primera economía de la Unión Europea, está tratando de relanzar su influencia y relaciones con América Latina en un momento geopolítico complejo en Europa y ante el avance de China en la región.