PARÍS (AP) — Francia y Alemania se comprometieron el domingo a darle a Ucrania “apoyo inquebrantable” y a fortalecer la Unión Europea en un momento en que intentan superar sus diferencias en materia de defensa, energía y economía al cumplirse el 60mo aniversario de su tratado de amistad posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Todo el gabinete del gobierno alemán se trasladó a París para las reuniones bilaterales con sus homólogos franceses, y unos 300 legisladores de ambas naciones sostuvieron un encuentro en la Universidad de la Sorbona durante la jornada de ceremonias y negociaciones.
La guerra en Ucrania ha puesto al descubierto diferencias en estrategias entre los dos países, en particular en lo que se refiere al diálogo europeo sobre la manera de lidiar con la crisis energética y la aplastante inflación a causa del conflicto, así como sobre inversiones militares a futuro.
Ambos países han aportado una buena cantidad de armas a Ucrania, pero Kiev está solicitando tanques y armamento de mayor potencia para la guerra con Rusia, que se sigue prolongando. Berlín enfrenta presión para que apruebe el envío de tanques Leopard 2 de fabricación alemana.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron dijo que no descarta la posibilidad de enviar tanques Leclerc a Ucrania, y le ha pedido a su ministro de Defensa que “trabaje” en un plan.
Scholz no comentó acerca de si Alemania accedería a enviar los Leopard, y en su lugar subrayó lo que su país ya ha aportado a Ucrania.
“Estados Unidos está haciendo mucho. Alemania también está haciendo mucho”, declaró el canciller. “Hemos expandido constantemente nuestras entregas con armas sumamente efectivas que ya están disponibles hoy en día. Y siempre hemos coordinado estas decisiones estrechamente con nuestros importantes aliados y amigos”.
En una declaración conjunta, los dos países dijeron que “continuarán mostrando un apoyo inquebrantable a Ucrania en todos los sectores posibles” y “estaremos con Ucrania el tiempo que sea necesario”.
Francia y Alemania también se comprometieron a “trabajar juntos por una Unión Europea más fuerte, sustentable y más capaz de actuar de forma independiente”. El tratado que selló hace 60 años el vínculo entre los añejos enemigos es la base de la UE actual.
“Usemos nuestra amistad inseparable... para moldear el presente y el futuro de nuestro continente, junto con nuestros aliados europeos”, manifestó Scholz en una ceremonia en la Sorbona.
Scholz dijo que el “imperialismo” del presidente ruso Vladimir Putin “no ganará... No permitiremos que Europa vuelva a una época en la que la violencia reemplazó a la política y nuestro continente quedó devastado por el odio y las rivalidades nacionales”.
Por su parte, Macron pidió “un nuevo modelo energético” en la Unión Europea basado en diversificar los suministros y alentar la producción de energía obtenida sin generar carbono.
En su declaración conjunta, París y Berlín se comprometieron a “reforzar sus inversiones en las tecnologías del mañana, en especial energías renovables y bajas en (emisiones de) carbono”. Particularmente se comprometieron al desarrollo de un “plan conjunto” sobre la explotación de hidrógeno.
Dijeron que una tubería que está siendo desarrollada conjuntamente por España, Francia y Portugal para transportar hidrógeno verde —producido a partir de recursos renovables— será ampliada a Alemania.
Se tiene programado que la así llamada tubería submarina H2Med desde la península ibérica a Francia entre en operación en 2030. Se prevé que transportará hasta 2 millones de toneladas de hidrógeno verde al año, que equivale al 10% del consumo total de la Unión Europea, según autoridades españolas.
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Schultheis informó desde Berlín. Angela Charlton en París, Frank Jordans en Berlín y Raquel Redondo en Madrid contribuyeron a este despacho.