Los demócratas en el Congreso publicaron el viernes las declaraciones de impuestos del expresidente Donald Trump correspondientes a seis años, culminando un esfuerzo de un año para conocer las finanzas de un magnate de los negocios que rompió décadas de normas políticas cuando se negó a divulgar voluntariamente esa información mientras aspiraba alcanzar la Casa Blanca.
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Las declaraciones de la renta —que omiten cierta información confidencial personal, como números de cuentas bancarias y del Seguro Social— corresponden a los años fiscales de 2015 a 2020.
Su publicación sigue a una votación partidaria la semana pasada en la Comisión de Recursos y Arbitrios de la Cámara de Representantes para hacer públicas las declaraciones.
Los demócratas del panel argumentaron que estaban en juego la transparencia y el estado de derecho. Los republicanos respondieron que la publicación sentaría un peligroso precedente con respecto a la pérdida de la protección de la privacidad.
Trump se negó a publicar sus declaraciones cuando se postuló para presidente y libró una batalla legal para mantenerlas en secreto mientras estuvo en la Casa Blanca, pero la Corte Suprema falló el mes pasado que debía entregarlas a la Comisión de Recursos y Arbitrios.
Trump infló los valores de los activos en las declaraciones
La divulgación —pocos días antes de que los copartidarios republicanos de Trump retomen el control de la cámara baja, hasta ahora en manos de los demócratas— aumenta el potencial de nuevas revelaciones sobre las finanzas de Trump, que han estado envueltas en misterio e intriga desde sus días como un prometedor desarrollador inmobiliario de Manhattan, en la década de 1980.
Las declaraciones fiscales podrían adquirir un significado adicional ahora que Trump lanzó una campaña para regresar a la Casa Blanca en las elecciones de 2024. Es probable que ofrezcan la imagen más clara hasta el momento de sus finanzas durante su tiempo en la presidencia.
Trump, conocido por construir rascacielos y conducir un programa de reality para la televisión antes de ganar la Casa Blanca, dio algunos detalles limitados sobre sus propiedades e ingresos en los formularios de divulgación obligatoria. Siempre promovió su patrimonio en los estados financieros anuales que proporcionaba a los bancos para obtener préstamos y a las revistas financieras para justificar su lugar en las clasificaciones de los mayores multimillonarios del mundo.
Desde entonces, la empresa de contabilidad de Trump ha desmentido esas afirmaciones, y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha presentado una demanda en la que alega que Trump y Trump Organization inflaron los valores de los activos en las declaraciones como parte de un fraude que duró años. Trump y su empresa han negado haber cometido delito alguno.