El presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció la disolución del Congreso de la República y la instauración de un Gobierno de excepción.
Mientras convoca a elecciones para Constituyente -con el fin de elaborar una nueva carta magna-, gobernará bajo decretos ley.
Asimismo, anunció que impondrá toque de queda a partir de las 22 hora local hasta las 4 de la mañana.
El titular del Ministerio de Trabajo, Alejandro Salas, fue uno de los primeros en dimitir tras enterarse de las decisiones que tomó el presidente Castillo a pocas horas de definirse la vacancia presidencial en un tercer intento.
Después de Salas, fue el Ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, el siguiente en poner a disposición su cargo público.
A los minutos, el ministro de Relaciones Exteriores, César Landa, anunció su renuncia irrevocable “ante la decisión del presidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución”.
Seguido de Benji Espinosa, quien se negó a continuar como defensor de Pedro Castillo luego de haberse producido una ruptura al orden constitucional. Asimismo, mencionó que “la coherencia entre el discurso y la acción define a los verdaderos hombres”.
“Me veo en la obligación de renunciar irrevocablemente a la defensa del ciudadano Pedro Castillo”, expresó el letrado.
El ministro de Turismo, Roberto Sánchez Palomino, no solo dimitió; también pidió la renuncia del congresista, Héctor Valer.
“El golpismo político y la discriminación provocaron una decisión extrema del Presidente, pero no puedo por principios democráticos estar de acuerdo con esa decisión. Presento mi renuncia irrevocable al Ejecutivo. Exhorto a la OEA a su asistencia”, compartió en Twitter.
El siguiente fue Félix Chero Medina, quien puso a su disposición el cargo como ministro de Justicia y Derechos Humanos y rechazó la decisión del Ejecutivo del “cierre del Congreso y la conformación de un gobierno de emergencia nacional”.