Manifestantes rompen pañuelos frente a la Embajada iraní en Madrid para protestar por la muerte de Mahsa Amini

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

Tijeras en mano, las manifestantes han rasgado telas de colores mientras sonaba la versión persa de 'Bella Ciao', una canción que ha cobrado protagonismo en las últimas semanas tras el estallido social que ha provocado la muerte de Amini en Irán, la joven de 22 años que falleció en dependencias policiales después de ser detenida por la Policía de la Moral por llevar mal el velo.

La portavoz de Amnistía Internacional, Yolanda Vega, ha expresado en declaraciones a Europa Press que hay una "impunidad enorme" con respecto a la represión policial en el país y que las vías de justicia para exigir una rendición de cuentas "no es que se hayan agotado, es que no existen".

"Lo que estamos pidiendo al Gobierno español es lo que estamos pidiendo a todos los gobiernos que ahora están en el Consejo de Derechos Humanos y es que respalden, en el seno de Naciones Unidas, la creación de un mecanismo independiente y que sea internacional, y que garantice la investigación y la rendición de cuentas de lo que está pasando en Irán", ha indicado.

Vega ha señalado además que "dentro de Irán no se van a dar las condiciones para conseguir justicia y reparación". "Las mujeres están sometidas a una discriminación constante en la ley y en la práctica", ha asegurado, agregando que esto "entra en temas tan personales como el matrimonio, el divorcio, el empleo o la indumentaria".

"Son leyes que se les han impuesto y que son discriminatorias. Que violan el derecho de las mujeres a la igualdad, el derecho a la libertad de expresión y a la libertad religiosa", ha dicho, añadiendo que pueden ser sometidas a torturas, castigadas y enviadas a prisión.

Así, ha puesto el ejemplo de la abogada pro Derechos Humanos Nasrín Sotudé, quien fue sentenciada en marzo de 2019 a una pena de 38 años de cárcel y 148 latigazos por "crímenes contra la seguridad nacional. "El objetivo de todas estas leyes es silenciar a las mujeres, pero el efecto es el contrario", ha destacado.

Para Vega esto se puede apreciar en "la cantidad de mujeres que están saliendo a la calle y que están siendo represaliadas". "Estamos viendo cómo hay mujeres que la Policía las amarran por el pecho muy fuertemente o las tiran por el pelo y las arrastran", ha indicado, agregando que la situación "es muy dura", aunque "hay cada vez una conciencia mayor".

Durante la manifestación, una mujer ha denunciado malos tratos y violencia contra su sobrina en el país asiático. "Ella hoy también era una de las víctimas", ha expresado Mali, una mujer de 34 años que estudia en España y que, visiblemente emocionada, se ha cortado el pelo frente a la multitud.

"Estoy aquí porque yo no tengo miedo. La siguiente podría ser mi familia. Nosotros también vamos a volver", ha subrayado con lágrimas en los ojos, asegurando que teme por sus tres hermanas que salen a protestar a las calles en Irán y de las que muchas veces no tiene noticias por los constantes cortes de internet en el país.

Mali también ha recordado a Nika Shakarami, una joven de 16 años que desapareció el pasado 20 de septiembre en el marco de las protestas y cuyo cuerpo fue encontrado en una morgue en la capital, Teherán, con golpes en la nuca.

Ondeando pañuelos, el grupo de manifestantes, cantando "Mujeres, vida y libertad", ha aplaudido durante más de un minuto a la activista iraní pro Derechos Humanos Nilufar Saberi, que ha leído un manifiesto para honrar la muerte de Amini.

"Venimos a reclamar a las autoridades iraníes: que cese de una vez por todas la represión sangrienta contra los manifestantes. Que deroguen las leyes discriminatorias contra las mujeres. Que eliminen la Policía de la Moral. Que haya justicia para las víctimas", ha pedido.

La muerte de la joven kurda de 22 años tras ser detenida por llevar mal puesto el velo islámico ha provocado una ola de indignación tanto en una parte de la sociedad iraní, como de forma más unánime a nivel internacional.

Se han registrado numerosas manifestaciones en varias ciudades de Irán, incluida Teherán, en las que numerosas mujeres han arrojado sus velos y se han cortado el pelo en forma de protesta. Por su parte, las autoridades han reprimido con virulencia estas concentraciones, dejando al menos 154 muertos, según los últimos recuentos de la organización no gubernamental Iran Human Rights (IHR).

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