Un poblado de Massachusetts se dispone a honrar a una mujer esclava que fue a tribunales para obtener su libertad, más de 80 años antes de la Emancipación.
El poblado de Sheffield develará una estatua de bronce de la mujer, que se puso el nombre de Elizabeth Freeman cuando logró su libertad hace precisamente 241 años.
Grupos cívicos, activistas e historiadores participarán en el evento para honrar un acontecimiento histórico que, pese a ser excepcional, es mayormente desconocido.
“Es evidente que ella es una figura desconocida en la historia norteamericana, y yo diría que la historia de los negros es la historia norteamericana”, dijo William “Smitty” Pignatelli, representante estatal demócrata.
“Desafortunadamente, la historia de los negros es algo que no se enseña”, añadió.
La mujer, que nació como esclava con el nombre de Bett, no sabía leer ni escribir, pero sabía escuchar. Y lo que escuchó no tenía sentido.
Un día escuchó una lectura de la constitución de Massachusetts, que dice que “Todos los hombres nacen en estado de igualdad y tienen ciertos derechos naturales e inalienables”.
Según la leyenda, tras escuchar eso Bett caminó unos 8 kilómetros (5 millas) hasta la residencia del abogado Theodore Sedgwick y le pidió representarla en su disputa legal para obtener su libertad.
Sedgwick y otro abogado, Tapping Reeve, aceptaron el caso.
En ese entonces las mujeres tenían derechos limitados en Massachusetts, por lo que el tribunal añadió como denunciante a un esclavo hombre llamado Brom. El jurado le dio la razón a los abogados, liberando a Bett y Brom el 21 de agosto de 1781.