Perú: Liberan a hermano de expresidente preso por rebelión

LIMA (AP) — Antauro Humala, un exmilitar ultraizquierdista y hermano del expresidente Ollanta Humala, salió libre el sábado tras cumplir una condena por rebelión luego de alzarse en armas en 2005 contra el gobierno del entonces presidente Alejandro Toledo y pedir su renuncia “por corrupto”.

El político de 59 años dijo a su salida de una cárcel capitalina que se sentía orgulloso de su rebelión en la ciudad de Andahuaylas porque los hechos le han dado la razón. Su excarcelación causó indignación entre los partidos de derecha que lo calificaron de “enemigo de la democracia”.

“¿Dónde están los presidentes contra quienes nos rebelamos hace 17 años?”, preguntó Antauro Humala, que recordó que Toledo (2001-2006) está detenido en Estados Unidos a la espera de una extradición.

Agregó que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), que tiene prohibido salir de Perú, era ministro de Economía de Toledo cuando se rebeló. Toledo y Kuczynski están siendo investigados por corrupción.

“Los que nos traicionaron entonces están por regresar a prisión”, afirmó Humala.

No se refirió a su hermano Ollanta Humala (2011-2016), que estuvo preso por nueve meses en 2018 y enfrenta juicio por presuntamente lavar dinero enviado por el ahora fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y de la constructora brasileña Odebrecht para sus campañas presidenciales de 2006 y 2011.

Antauro Humala añadió que Perú vive una crisis política donde “eso que se dice en las calles que se vayan todos, es más cierto que nunca”. Tampoco se refirió al mandatario Pedro Castillo, que enfrenta seis pesquisas fiscales, varias de ellas por corrupción.

Castillo no ha comentado respecto a la liberación. Durante su campaña electoral en 2021, Castillo prometió indultar a Humala, pero no lo cumplió.

César Acuña, presidente del partido Alianza para el Progreso, se dijo “absolutamente indignado por la libertad de Antauro Humala, asesino de policías y enemigo de la democracia”.

Antauro Humala cumplía una condena de 19 años que además incluía los delitos de homicidio simple, secuestro, daños agravados, sustracción y arrebato de arma de fuego. La agencia penitenciaria indicó en un comunicado que él redujo su pena en un año y siete meses debido a que trabajó 3.667 días y el interno usó una ley que permite reducir las condenas.

El exmilitar lideró una revuelta para tomar la comisaría de la sureña ciudad andina de Andahuaylas en enero de 2005, lo que provocó la muerte de cuatro policías y de dos de sus seguidores.

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