EEUU: ¿Sheriffs como garantes del proceso electoral?

TOPEKA, Kansas, EE.UU. (AP) — El sheriff del condado más poblado de Kansas dice que estaba convencido de que las elecciones se desarrollaban sin problemas en esa región... hasta que Donald Trump perdió las del 2020.

Ahora ha asignado a detectives para que investiguen lo que considera un fraude electoral, por más de que no haya evidencia alguna de un fraude generalizado o una manipulación del equipo en los centros de votación en el 2020. Calvin Hayden, del Johnson County, que abarca suburbios de Kansas City, no es el único sheriff (alguacil) de Estados Unidos que quiere desempeñar un papel más importante en las investigaciones del proceso electoral.

Los promotores de teorías conspirativas infundadas que dicen que a Trump le robaron las elecciones sostienen ahora que los sheriffs pueden acceder a las máquinas de los centros de votación e intervenir en la coordinación del proceso electoral. Afirman asimismo que tienen poderes casi absolutos en sus condados.

Activistas que defienden el derecho a votar y expertos en las elecciones dicen que cualquier intento de organismos policiales por interferir en las elecciones sería algo alarmante, una extensión de la amenaza que plantea la continua circulación de las mentiras de Trump acerca de la votación del 2020.

“Lo que hemos visto una y otra vez es que quienes apoyan la ‘Gran Mentira’ encuentran grupos de gente que piensan pueden ayudarlos a perpetuar esta teoría conspirativa y a erosionar la confianza en las elecciones, generando dudas en torno a ellas de cara al futuro”, dijo David Levine, un ex funcionario electoral, hoy miembro de la Alianza para Asegurar la Democracia, una organización independiente con gente en Washington y Bruselas que combate los esfuerzos por socavar las instituciones democráticas.

No hay duda de que los organismos policiales pueden desempeñar un papel importante en las elecciones compartiendo información, protegiendo el personal y el equipo en los centros de votación e investigando potenciales irregularidades. Pero eso generalmente se hace a pedido de los funcionarios electorales.

Hayden se presentó este mes en “FreedomFest”, un encuentro en Las Vegas organizado por la Asociación Constitucional de Sheriffs y Funcionarios por la Paz, aunque su oficina dijo que no pertenece a ese grupo.

Se lo vio en el escenario con los sheriffs Dar Leaf, del Barry County, al sudoeste de Michigan, y Chris Schmaling, del Racine County, en Wisconsin. Los dos dicen que están investigando denuncias de un fraude electoral y ambos acusan a las autoridades estatales de violar las leyes electorales.

“Nos hemos estado educando acerca de las elecciones”, dijo Hayden durante el encuentro. “He enviado a mis detectives. Tengo un experto en cibernética. Lo envié para empezar a evaluar lo que pasa con las máquinas”, expresó Hayden, quien es republicano, sin dar más detalles. Esta semana se negó a ser entrevistado, diciendo que la investigación estaba en marcha.

Las autoridades municipales y estatales de Kansas indicaron que su dependencia no tiene acceso a las máquinas usadas para votar y otros funcionarios del Johnson County dijeron que no hay indicios de problemas con las elecciones del 2020.

La agrupación de “sheriffs constitucionales” dice en su portal que los alguaciles tienen más poder que ningún otro funcionario en los condados, que “se antepone incluso a los poderes del presidente”. Leaf demandó en junio a los secretarios de justicia y de estado de Michigan, a los que acusó de tratar de obstruir su investigación. Afirmó que “nadie tiene más poderes (que un sheriff) en su condado”.

El movimiento de “sheriffs constitucionales” tomó impulso en los últimos años, en que varios alguaciles, incluido Hayden, se resistieron a hacer cumplir las órdenes de usar barbijos o de vacunarse contra el COVID-19 durante la pandemia.

“De repente, se encendieron las luces. Por los sheriffs”, expresó Catherine Engelbrecht, fundadora de la agrupación True the Vote, que propaga teorías conspirativas sobre las elecciones, durante el reciente encuentro de “sheriffs constitucionales” en Las Vegas. “Son los que pueden llevar a cabo estas investigaciones, las personas en que podemos confiar”.

No está claro cuántos sheriffs forman parte de este movimiento, aunque el fundador de esta agrupación nacional, Richard Mack, dijo el año pasado que incluye a unos 300 de los 3.000 sheriffs de todo el país, según The Washington Post. Mack no respondió esta semana a pedidos de entrevistas enviados por teléfono e emails.

“Es como muchas de estas teorías. Legalmente, no tienen ningún sustento”, manifestó Stephen McAllister, el principal fiscal federal de Kansas durante la mayor parte del gobierno de Trump. “Deben acatar las leyes estatales. Y las federales, sin duda. No son pequeños reyes con poderes supremos en sus condados”.

Hayden aseguró en un comunicado público que desde mediados del 2021 ha recibido más de 200 denuncias de fraude en las elecciones locales y que su departamento tiene la obligación legal de investigar toda denuncia de un delito.

Pero un informe de Peg Trent, la principal asesora legal del Johnson County, dice que Hayden se pasó de la raya en una reunión del 5 de julio con ella y otros funcionarios electorales del condado. Sostuvo que Hayden cuestionó el uso de buzones para los votos en las bibliotecas, pidió que se limitasen las horas en que estarán disponibles y ofreció a su personal para que recoja los votos. Agregó que su gente pidió asimismo poner personal para que supervise el recuento de los votos.

“Me preocupa el que estos pedidos generan la sensación de que la oficina del sheriff trata de interferir con una elección”, dijo Trent en un informe del 7 de julio.

No hay prueba alguna que avale la denuncia de Trump de que le robaron las elecciones del 2020 ni de que hubo un fraude generalizado o manipulación de máquinas y buzones. Decenas de denuncias de Trump y sus aliados tras las elecciones fueron desestimadas por los jueces, incluidos muchos designados por el propio Trump.

Las denuncias falsas, no obstante, sembraron dudas entre muchos republicanos, motivaron amenazas de muerte a funcionarios electorales y dieron lugar a una cantidad de medidas que restringen el voto en los estados controlados por los republicanos. La gente de Trump buscó acceso al equipo empleado en los centros de votación y convirtió la rutinaria certificación de los resultados de las elecciones en un proceso ríspido.

“El peligro de que la gente crea en una teoría conspirativa es la pérdida de confianza en los resultados de las elecciones”, dijo Chris Harvey, ex director de la comisión electoral estatal de Georgia. “Y el peligro aumenta si interviene la policía. Su trabajo es hacer cumplir las leyes electorales y mantener el orden. Si no confían en lo que sucede, esa impresión se traslada a la sociedad”.

El secretario de estado de Kansas Scott Schwab, el principal funcionario electoral del estado, dijo que Hayden no lo contactó como parte de su investigación. Schwab ha dicho numerosas veces que el proceso electoral funcionó bien en el 2020.

Hayden dijo en Las Vegas que lo desconcertó el que Joe Biden haya ganado el Johnson County, un condado que vota por los republicanos desde hace más de un siglo. Esa teoría, no obstante, ignora el hecho de que los demócratas ganaron muchas veces la votación para gobernador en ese condado, incluida la del 2018.

Y los demócratas han estado ganando terreno en el condado desde hace más de 30 años.

“El que hayan ganado en el Johnson County no es una anomalía”, afirmó Davis Hammet, líder de la agrupación Loud Light, defensora del derecho al voto, en Kansas. “Eso se dio en los condados suburbanos de todo el país”.

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Cassidy informó desde Atlanta. Ali Swenson colaboró desde Nueva York.

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John Hanna está en https://twitter.com/apjdhanna

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