SLOVIANSK, Ucrania (AP) — Las tropas rusas combatían el jueves para cercar el último bastión de la resistencia ucraniana en una provincia del este, mientras se celebraban los funerales por los muertos en un ataque de Moscú contra un centro comercial en el centro del país a principios de semana.
El intento de Moscú para arrebatar a Kiev el control de toda la región del Donbás, de mayoría rusófona, se centra en Lysychansk, el último reducto ucraniano en la provincia de Luhansk. Los soldados rusos y sus aliados separatistas controlan el 95% de esa provincia y casi la mitad de la de Donetsk, que forman el corazón industrial del país.
El Estado Mayor ucraniano indicó que las fuerzas del Kremlin estaban bombardeando Lysychansk y combatiendo con los defensores ucranianos en torno a una refinería de petróleo a las afueras de la ciudad.
El gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai, dijo que las unidades de reconocimiento rusas trataron de entrar a Lysychansk el miércoles, pero fueron repelidas por las fuerzas ucranianas. Los rusos trataban de bloquear también una carretera empleada para distribuir suministros y rodear la ciudad por completo, agregó.
“Los rusos han llevado a prácticamente todas sus fuerzas para tomar la ciudad", apuntó Haidai.
En una visita a Turkmenistán a primera hora del jueves, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que sus objetivos en Ucrania no han cambiado desde el inicio de la guerra. Y apuntó que eran “la liberación del Donbás, la protección de su población y la creación de condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia". El mandatario no mencionó sus objetivos originales de “desmilitarizar” y “desnazificar” el país.
Putin negó también que Moscú haya ajustado su estrategia al no haber conseguido tomar Kiev en los primeros días del conflicto. “Como pueden ver, las tropas se están moviendo y alcanzando las marcas que se les establecieron para una etapa determinada de este trabajo de combate. Todo va según lo previsto", indicó Putin en una conferencia de prensa.
Por otra parte, el jueves se celebrarán los funerales por los 18 fallecidos confirmados en el ataque ruso a un centro comercial de Kremenchuk el lunes. Los equipos seguían buscando entre los escombros a otras 20 personas que siguen desaparecidas.
Los investigadores encontraron partes de ocho cuerpos, señaló la responsable de prensa de los Servicios de Emergencia ucranianos, Svitlana Rybalko, a The Associated Press. No estuvo claro de inmediato si esto significaba que había más víctimas. Varios de los sobrevivientes sufrieron amputaciones.
Tras ese ataque, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, acusó a Rusia de haberse convertido en un estado “terrorista”, y el miércoles le reprochó a la OTAN que no respalde o envíe más equipos a su asediada nación.
“La política de puertas abiertas de la OTAN no debería parecerse a los viejos tornos del metro de Kiev, que están abiertos pero se cierran cuando te acercas hasta que pagas", afirmó el presidente, a través de una videoconferencia, ante la cumbre de la Alianza en Madrid. “¿No ha pagado suficiente Ucrania? ¿Acaso nuestra contribución a la defensa de Europa y toda la civilización ha sido insuficiente?”.
Además, instó a la OTAN a enviar más sistemas modernos de artillería y otras armas y advirtió a los líderes que o bien proporcionan a Kiev la ayuda que necesitan, o “a ustedes mismos les tocará enfrentar una guerra demorada con Rusia”.
En el sur de Ucrania, el número de fallecidos en un ataque ruso con misiles a un edificio de apartamentos en Mykolaiv en la víspera subió a seis personas, según el gobernador, Vitaliy Kim. Otras seis resultaron heridas. Mykolaiv es un puerto importante y su captura, como la de Odesa más al oeste, sería clave para el objetivo ruso de cortar la salida al mar de Ucrania por la costa del Mar Negro.