Hungría amplía la protección legal temporal a los ucranianos que huyen de la invasión rusa, mientras Europa del Este se prepara para la llegada de refugiados a sus fronteras.
Hungría, que limita con Ucrania al oeste, ha mantenido en el pasado una postura firme contra toda forma de migración, y fue criticada por negarse a aceptar a refugiados y solicitantes de asilo procedentes de Oriente Medio, África y Asia.
Pero en un decreto publicado el jueves en la noche, el gobierno anunció que todos los ciudadanos ucranianos que lleguen desde el país, y todos los ciudadanos de terceros países con residencia legal allí, tendrán derecho a protección.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha dicho que Budapest no intervendrá en el conflicto entre Rusia y Ucrania, pero aceptará a los refugiados que lleguen a su frontera.
Mientras, las autoridades polacas permitieron el jueves la entrada al país de unas 29 mil personas por su frontera terrestre con Ucrania, en el primer día de la invasión rusa.
Antes, el promedio diario de ingresos a Polonia, que forma parte de la Unión Europea y la OTAN, desde Ucrania era de alrededor de 12.000 personas a través de sus controles por tierra, mar y aire, según las estadísticas de la Guardia Fronteriza.
Polonia ha eliminado el requisito de cuarentena obligatoria o de presentar el certificado de vacunación contra el COVID-19 para los refugiados procedentes de Ucrania. Cerca de la frontera se han habilitado centros de recepción con camas, comida y atención médica.