BEIJING (AP) — El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llegó el viernes a Beijing para participar en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno y reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, mientras ambos líderes tratan de presentarse como el contrapeso a Estados Unidos y sus aliados.
La visita del líder ruso coincide con el creciente respaldo de China a Moscú en su disputa con Ucrania, que amenaza con convertirse en un conflicto armado.
La presencia de Putin en la capital china lo convierte en el invitado de más alto perfil al evento tras la decisión de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros de no enviar autoridades en protesta por los abusos de los derechos humanos y el trato a los uigures y a otras minorías musulmanas en China.
La agencia noticiosa estatal rusa, RIA, confirmó la llegada de Putin desde Moscú a primera hora de la tarde del viernes. Está previsto que los dos líderes se reúnan y luego almuercen juntos en privado.
Este es su primer encuentro en persona desde 2019 y se produce en un momento en el que China y Rusia alinean cada vez más sus políticas exteriores, tanto bilateralmente como en organismos internacionales como Naciones Unidas, en oposición al bloque liderado por Washington.
Los líderes de cinco antiguas naciones soviéticas del centro de Asia, que mantienen una estrecha relación con los dos países, seguirán los pasos de Putin y asistirán a la ceremonia inaugural, además de los de otros estados que tienen intereses económicos y políticos con China.
Entre los mandatarios que llegaron el jueves a la capital china estaban el secretario general de la ONU, António Guterres; el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, Daren Tang.
Se espera que las conversaciones entre Putin y Xi se centren en la coordinación de sus políticas exteriores. Putin escribió en un artículo publicado el jueves por la agencia noticiosa oficial china Xinhua que Moscú y Beijing juegan un “importante papel estabilizador» en cuestiones globales y ayudan a hacer que estas cuestiones sean “más equitativas e inclusivas”.
El presidente ruso criticó los “intentos de algunos países de politizar el deporte en beneficio de sus ambiciones”, en una aparente referencia al boicot diplomático encabezado por Washington, que no afecta a la participación de sus deportistas en los Juegos.
Yuri Ushakov, asesor de Putin en cuestiones internacionales, apuntó que los dos países planean emitir una declaración conjunta que refleje su visión compartida en seguridad global. Además, está previsto que funcionarios rusos y chinos firmen más de una docena de acuerdos en comercio, energía y otras cuestiones, añadió.
Ushakov apuntó que Moscú y Beijing tienen posiciones muy parecidas o idénticas en la mayoría de los asuntos globales y agregó que China respalda la demanda rusa de garantías de seguridad que motivó el enfrentamiento en torno a Ucrania.
El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, dijo al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, durante una llamada telefónica la semana pasada que las preocupaciones de seguridad rusas deben tomarse en serio y abordarse, una declaración que supuso un importante cambio en la política de Beijing.
La acumulación de más de 100.000 soldados rusos cerca de Ucrania ha alimentado el temor de Occidente a que Moscú esté preparándose para invadir el país vecino. Rusia niega planear una ofensiva, pero instó a Washington y a sus aliados a ofrecer garantías vinculantes de que la OTAN no se expandirá a Ucrania y a otras exrepúblicas soviéticas ni desplegará armas allí, además de retirar a sus fuerzas de Europa del Este, demandas que Occidente rechaza firmemente.
Algunos observadores sugirieron que Beijing está siguiendo de cerca el comportamiento de Estados Unidos y sus aliados en este conflicto mientras evalúa su estrategia en Taiwán, alegando que la decisión de Washington podría animar a China a ser más asertiva.
Rusia y China han realizado maniobras militares conjuntas, incluyendo ejercicios navales y patrullas de bombarderos de largo alcance sobre el Mar de Japón y el Mar de China Oriental. En agosto, las tropas rusas se desplegaron por primera vez en territorio chino para el operativo.
Putin ha destacado además que Rusia ha compartido tecnologías militares altamente sensibles con China que han ayudado significativamente a impulsar sus capacidades de defensa.