Burnout, el síndrome de riesgo de atletas olímpicos y de alto rendimiento

Las altas exigencias que tienen los atletas de alto rendimiento puede hacerlos padecer del trastorno de burnout

Acaba de terminar los Juegos Olímpicos y con ello, el ímpetu deportivo está a flor de piel. Los mejores atletas del mundo acaban de demostrar sus grandes hazañas, pero lo que muchos no saben, es que muchas veces, la altas exigencias de muchas disciplinas, acarrea en ellos el riesgo de sufrir el síndrome de burnout.

La Organización Mundial de la Salud declaró en el 2000 al burnout como un síndrome por considerarlo como un factor de riesgo laboral, que puede afectar la calidad de vida e incluso conllevar a la muerte.

La palabra burnout significa en español “estar quemado” y significa un cansancio extremo, tanto físico, como mental que conlleva a un estrés prolongado. El cortisol liberado en el cuerpo por este estrés puede causar múltiples patologías que pueden ser mortales, como depresión, ansiedad, enfermedades cardiacas, cáncer, entre otros.

Síntomas del burnout en atletas de rendimiento

Mejor con Salud publicó que alguien que sufre este síndrome puede sentirse no realizado a pesar de sus esfuerzos en la tarea que los apasiona. Destacó que el burnout puede ser común en atletas de alto rendimiento y que las disciplinas más riesgosas para padecerlo son la gimnasia, los deportes de combate y el fútbol.

El diagnóstico de este síndrome o trastorno no se hace con pruebas de laboratorio, sino por medio de un test psicológico, como el Cuestionario de Burnout en Atletas (ABQ, por sus siglas en inglés).

El citado medio presentó la explicación de Alberto Valle, psicólogo de deportistas de alto rendimiento, quien dijo que el burnout no es igual a depresión o ansiedad, pero sí puede conllevar a algunas de estas condiciones o a ambas al mismo tiempo. “El burnout puede llevar a la aparición del binomio ansiedad/depresión”, explicó

Valle nombró los siguientes del burnout:

-Falta de concentración.

-Problemas alimentarios y de sueño.

-Agotamiento físico que no mejora con reposo.

-Falta de interés en los resultados o en la marcha de su carrera.

-Conflictos con el entrenador, con los compañeros y hasta con la familia.

-Ausencias a los entrenamientos o reducción de la intensidad de los mismos.

-Disminución en la percepción de la autoeficacia. El deportista se siente incompetente.

Lo Último