A medida que las hojas siguen cayendo de los árboles y las temperaturas bajan cada vez más, la temporada trae consigo sus desafíos. Entre ellos, los días cortos, las noches largas y las lluvias persistentes, especialmente en regiones de clima atlántico donde las tormentas pueden encadenarse, dejando semanas enteras sin tregua para salir de casa sin un paraguas.
Uno de los desafíos más molestos durante estos días es secar la ropa, una tarea que puede volverse un verdadero suplicio. En muchos hogares alrededor del mundo, la solución suele ser recurrir a secadoras, radiadores o tendederos de interior, cada uno con sus inconvenientes de ocupación de espacio y aumento en la factura eléctrica.
Cómo secar tu ropa durante el invierno de forma eficiente con esta técnica japonesa
Sin embargo, en Tokio han encontrado una forma eficiente y rápida de secar la ropa en otoño e invierno sin recurrir a estas soluciones comunes. En la capital japonesa, conocida por su clima subtropical húmedo y apartamentos diminutos, han desarrollado una técnica llamada “arcoíris colgante”. La clave de esta técnica radica en la disposición de la ropa.
El primer paso es elegir una habitación bien ventilada y cálida durante parte del día. Luego, se instala un tendedero, barra o cuerda donde se coloca la ropa en forma de arcoíris, dibujando una “U” invertida. Las prendas más largas deben ubicarse en los extremos, mientras que las más cortas se distribuyen de manera escalonada hacia el interior.
Según el portal inmobiliario japonés Apts, esta disposición permite un secado eficiente y rápido, ahorrando considerablemente en tiempo. Mientras secar una colada en forma de “V” puede llevar cuatro horas y media, la disposición en forma de “U” invertida reduce ese tiempo a solo cuatro horas.
Una forma sencilla de secar la ropa en climas fríos y húmedos
Además, para obtener los mejores resultados, se aconseja retirar la ropa de la lavadora de manera inmediata una vez concluido el ciclo de lavado. Dejar la ropa en la máquina, aunque sea por unos minutos, puede provocar olores no deseados.
Otros consejos incluyen situar la ropa en dirección opuesta a la entrada de la habitación para mejorar la circulación del aire, colocarla en perpendicular a la corriente de aire y mantenerla lo más espaciada posible para evitar que los tejidos queden cerca unos de otros. Para prendas más pequeñas, como calcetines o ropa interior, se puede recurrir a un pulpo.