A muchos les ha pasado: se toman una selfie y sonríen minutos después de haber tenido una pelea. Demostrar las experiencias que se viven en pareja se ha vuelto una necesidad para muchos y esto está reñido con la felicidad. Así lo demostró un estudio de una universidad en Illinois, en los Estados Unidos.
Sí, para muchas parejas los likes son necesarios. Más para aquellas figuras que viven de su exposición en redes, derivada de su trabajo artístico. Les sirve para aumentar sus ingresos y para promocionar ciertos productos, siendo esa imagen de “pareja perfecta” que está muy lejos de la realidad.
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Otros, solo necesitan mostrar. Pueden interrumpir un momento íntimo para hacer una foto, y ya se ha incorporado el celular en cualquier instante especial. El estudio de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, dice que es la ansiedad lo que estaría detrás de este comportamiento, como cuenta la revista Ethic.
¿Son más felices quienes suben todo a las redes?
La investigación apunta a que son justamente más infelices las parejas que todo lo suben a las redes. “Las personas ansiosas e inseguras son las quienes buscan más visibilidad”, explicaron. Pero, querer afianzar la relación en base a lo que los demás opinen en redes es increíblemente absurdo.
La sugerencia de muchos psicólogos y terapeutas de pareja va justo en la necesidad contraria. Vivir el momento sin presiones sociales, sin angustias y sin importar el qué dirán. Concentrarse en el instante con la pareja, las sensaciones, lo que hay que mejorar, lo que unió. Eso es más importante que colgar en las redes.
Así que si eres de los que cada beso va al Instagram estás dando una alerta de que tu relación no va bien.