En un sorprendente y conmovedor acontecimiento en Tarapoto, Perú, un bebé logró sobrevivir después de ingerir ocho agujas de inyección utilizadas en el cuidado de vacas. Los hechos ocurrieron en una granja, donde el pequeño, jugando sin supervisión, se vio envuelto en esta peligrosa situación.
La madre del infante, una madre soltera que trabaja arduamente para mantener a su familia, relató a Univisión que este lamentable suceso ocurrió durante su horario laboral, ya que no tenía otra opción más que llevar a su bebé consigo mientras trabajaba en la granja.
La mamá trabajaba en una granja
Fue en ese momento que el bebé tuvo acceso a las agujas utilizadas para inyectar a las vacas, y al parecer, decidió ingerirlas. La madre, preocupada por la salud de su hijo, notó señales que la hicieron sospechar que algo grave había sucedido. Rápidamente buscó atención médica para el bebé. Los médicos, al examinar al pequeño, confirmaron la presencia de las agujas en su interior, lo que requeriría una cirugía de emergencia para eliminarlas.
La cirugía resultó ser un procedimiento delicado y complejo que duró un par de horas. A pesar de los riesgos involucrados, el equipo médico realizó un trabajo excepcional, logrando con éxito la extracción de las ocho agujas del cuerpo del bebé. Este logro fue recibido con alivio y alegría por parte de la madre y todos los involucrados en el caso.
Este caso ha resaltado la importancia de la supervisión y el cuidado constante de los niños, especialmente en entornos potencialmente peligrosos. Además, destaca la necesidad de apoyo a las madres solteras y trabajadoras que enfrentan desafíos únicos al equilibrar la crianza de sus hijos con sus responsabilidades laborales. La madre del bebé, en un acto de amor y sacrificio, hizo todo lo posible por cuidar de su hijo en medio de las circunstancias difíciles en las que se encontraba.