Cómo garantizar una buena hidratación en caso de vómitos: así puedes preparar un suero oral

Las sales de rehidratación son las más ideales para el proceso de recuperación.

En algunos casos, los vómitos ocurren por infecciones gastrointestinales, ya sea por una leve intoxicación de alimentos o también como una reacción voluntaria del organismo para proteger el intestino. Y aunque el malestar suele durar poco tiempo, lo cierto es que durante ese proceso es muy importante mantener el cuerpo hidratado.

Los especialistas recomiendan consultar con el médico para determinar la causa y, a partir de allí, determinar el tratamiento. No obstante, en estos casos, la cantidad de líquido a ingerir no debe ser demasiada. Por ejemplo, antes de tomar el medicamento se debe tomar muy poca agua para no terminar devolviéndolo.

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Si es una medicina en jarabe, no hay que tomar la cucharada completa, sino una cantidad pequeña. Cuando ya pueda tomar la dosis completa, se espera una media hora para que el medicamento haga efecto y entonces podrá hidratarse de forma más seguida, pero en volúmenes pequeños.

Lo mismo aplica para la alimentación. Lo ideal es procurar ingerir alimentos consistentes que no sean tan ligeros, ya que si no tienen suficiente peso, se tiende a devolverlos muy rápido. Lo mismo sucede si hacen comidas muy copiosas y exceso de grasa.

La sugerencia es ingerir alimentos más blandos como un puré de papa o camote, un pollo desmenuzado con poca grasa; todo en función de poder tolerar los alimentos. Además, la comida debe tener un poco más de sal porque, tanto con el vómito, la fiebre y la diarrea, se pierde mucho sodio. Una manera de recuperarlo es poniéndole un poquito de sal a la comida.

Sobre las sales de rehidratación son las ideales para el proceso de recuperación. Las bebidas deportivas de hidratación no son útiles en estos casos.

Una forma sencilla de preparar una sal de rehidratación es siguiendo estos pasos:

En un litro de agua mezcla media cucharadita de sal, con dos cucharadas rasas de azúcar, una cucharadita de bicarbonato de sodio con una taza de jugo de limón o de naranja natural.

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