Un estudio reciente publicado en la revista Scientific Reports ha encontrado una conexión preocupante entre las altas temperaturas y la agresividad en los perros. Según los investigadores, los días más calurosos y con mayor radiación ultravioleta (UV) aumentan la probabilidad de que un perro sea agresivo con una persona.
Este descubrimiento plantea una advertencia sobre los riesgos potenciales que el cambio climático y el calor extremo pueden tener en la interacción entre humanos y perros.
Hay que estar atentos a nuestras mascotas si hay altas temperaturas
El estudio se basó en el análisis de datos de mordeduras de perro en ocho ciudades en Estados Unidos durante un periodo de nueve años, donde se registraron miles de mordeduras. Los resultados revelaron un incremento del 4% en la incidencia de mordeduras los días más calurosos, un 11% cuando la radiación UV era más intensa, y un 3% cuando los niveles de ozono eran elevados.
Las altas temperaturas pueden afectar a los perros de diversas formas. El estrés térmico y la incomodidad física pueden aumentar la irritabilidad y la reactividad en los perros, lo que puede desencadenar conductas agresivas. Además, los cambios en las rutinas diarias debido al calor, como la falta de ejercicio o paseos más cortos para evitar el calor extremo, también pueden influir en su comportamiento.
El impacto del cambio climático en el comportamiento de los perros es motivo de preocupación tanto para los dueños de mascotas como para la sociedad en general. Es importante tomar medidas para proteger tanto a las personas como a los animales de posibles situaciones peligrosas. Los dueños de perros deben estar atentos a las señales de incomodidad o estrés en sus mascotas durante los días calurosos y tomar precauciones adicionales para evitar incidentes no deseados.