Cada vez más a menudo escuchamos sobre los beneficios del aceite de coco en nuestra salud pero, ¿realmente son ciertos? Existen evidencias científicas que demuestran que este producto contiene propiedades curativas para nuestro organismo y además aporta varios nutrientes que son necesarios para vernos con un mejor semblante.
Expertos en nutrición señalan que quienes consumen este tipo de aceite, al ser libre de colesterol, parecen enfermarse menos del corazón, siempre y cuando el resto de su dieta sea sana y balanceada.
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Además de reducir la inflamación mejora otras partes del cuerpo como el cabello y la piel, haciendo que la persona luzca una apariencia más saludable. El aroma de este aceite es suave, a veces imperceptible, como cuando olemos el agua de coco. Puedes preparar tus alimentos con este aceite o consumir una cucharada después de cada comida.
Sus principales beneficios son:
Contiene ácidos grasos con potentes propiedades medicinales. Es rico en grasas llamadas triglicéridos de cadena media tres, responsables de muchos beneficios en la salud.
Puede matar microorganismos. El ácido láurico que contiene el aceite puede eliminar patógenos dañinos, bacterias, virus , hongos, incluso previene infecciones.
Efecto saciante. Ayuda a comer menos siendo muy interesante para las personas que quieren perder peso.
Aumenta la quema de grasa corporal. Actúa como termogénico, esto quiere decir que tiene la capacidad de generar calor por causa de las reacciones metabólicas.
Reproduce buenas bacterias (probióticos) que facilitarán el proceso de digestión y una buena respuesta inmune.
Las poblaciones que comen aceite de coco son más saludables que aquellas de países industrializados.
Eleva el buen colesterol, el HDL, principalmente por poseer lipoproteína de alta densidad.
Protege la piel porque promueve la producción natural de colágeno, hidrata el cabello y combate la caries.
Reduce las convulsiones de pacientes epilépticos. Los TMC encontrados en el aceite de coco incrementan la concentración de cuerpos cetónicos, los cuales ayudan a reducir las convulsiones.
Aumenta la función cerebral en pacientes con Alzheimer, aliviando los síntomas de esta terrible enfermedad. En los últimos años se ha sugerido su uso para mejorar sus funciones cognitivas.