Si no estás familiarizado con el mundo de las batallas de rap en estilo libre, quizá el nombre Cacha no te suene a mucho. No está en las radios y ni siquiera tiene facha de rapero (tampoco vietnamita). Más bien es un muchacho menudo de 20 años nacido en la ciudad de Lobería, al sur de Buenos Aires.
Apareció en la escena underground del rap freestyle en Argentina hace unos tres años, y desde entonces ha hecho una carrera con altibajos, hasta que llegó el 2019, el que parece ser su año.
Su primera aparición masiva fue en la final nacional de Batalla de los Gallos 2016, donde perdió en octavos contra Papo en un enfrentamiento que aún genera discusión. La ventaja es que terminó con el público de su lado. Esa sería a la postre su gran fortaleza. Además, dejó en claro que lo suyo era el doble tempo, una forma de rapear más rápida que lo usual.
Esta velocidad mental y verbal llevaba a que se le compare con Kódigo, el freestyler argentino más virtuoso en el arte de rapear rápido. Dos años después, en la FMS, Cacha respondería así:
//Yo soy un Kódigo y con eso estoy contento, porque me odian todos pero no niegan que tengo talento//
Precisamente, la FMS (Freestyle Master Series) fue el gran trampolín de Cacha. El torneo organizado por la empresa Urban Roosters llegó a Argentina en el 2018 luego de una exitosa temporada en España. Una prueba que el arte del rap freestyle está creciendo en Latinoamérica. Este año suma la ligas en México y Chile, y se habla de una posible llegada al Perú en 2020.
Cacha fue uno de los invitados a la FMS Argentina y rápidamente conectó con el público en las diferentes ciudades en las que batalló. Aunque parece que pasó lo contrario con sus compañeros. En las batallas se notaba que tenía anticuerpos. ¿No lo querían? Él mismo lo explica:
“La gran parte fue un poco show, es como que se hizo una vez y después se empezó a seguir. Pero después había apoyo de los que competían contra mí, les gritaban todo y es porque son más amigos. Lo cual tampoco está mal, pero sí influye en el público y en el jurado. Después, ya se convirtió más en show que en otra cosa”, le cuenta Cacha a Publimetro.
Así pasó el 2018 para el argentino, con batallas destacadas, una mala relación con sus compañeros de FMS y un apoyo solidario del público. Le alcanzó para quedar en tercer puesto de la final argentina de Batalla de los Gallos 2018. Pero descendió en el torneo de Urban Roosters, aunque este año se anunció su regreso ante la renuncia de Wos y Dani.
Este año empezó distinto. Los seguidores de las batallas en Latinoamérica habían estado atentos al buen desempeño de Cacha y esa solidaridad había traspasado fronteras. Su primer torneo fue en febrero en México: Ghetto Dream League, donde llegó a la final y perdió contra el local Aczino. Pero con el apoyo cerrado del público que le coreaba: “Cacha, hermano, ya eres mexicano”.
Luego tocó la final internacional de Sangre Inca en Perú, donde perdió contra Jota en semifinales, y quedó tercero. Pero volvió a demostrar que venía cosechando una popularidad insospechada fuera de Argentina.
“Es cierto que por ahí me tienen más cariño afuera que en mi país. Nadie es profeta en su tierra, dicen. Me tratan increíble”, señala Cacha, quien ya tiene casi todos sus fines de semana copados, con contratos para batallar, tanto en Argentina como en el extranjero.
Pangea, cambios en el mapa del freestyle
Pangea 2019 prometía todos los ingredientes para ser un gran evento de freestyle. En un formato 2 vs. 2, 16 parejas de freestylers de nueve países se enfrentaron el sábado último en un Pepsi Center de Ciudad de México repleto y con ambiente de final del mundo. Misionero y Bekaesh como anfitriones y Sónico en los tornamesas. Noche redonda.
Aczino y Chuty, tal vez los mejores exponentes del freestyle de hoy en día, se llevaban todos los reflectores. El dios y el diablo. El mexicano y el español prometían ser una dupla perfecta e imbatible por su gran experiencia en la lides de las rimas. No fue así.
A Cacha le tocó hacer pareja con Dominic en lo que se llamó el team tongo, como se conoce al resultado injusto de una batalla. Ambos tienen amplia experiencia en eso: siempre rapeaban como nunca, pero perdían como siempre.
Ni por asomo Cacha y Dominic llegaban como favoritos. Antes, en el imaginario, estaban Skone-Walls, Teorema-Kaiser, Jony B-Lobo Estepario. Gallos con más bagaje. Pero el team tongo llegaban paso a paso, con rimas explisivas, y con el público de su lado, firmes hasta la final.
La batalla Cacha-Dominic vs. Aczino-Cacha en YouTube dura 30 minutos, un documento que quedará en la historia del freestyle latinoamericano. No solo por los punchlines (fue una buena batalla, tampoco de las mejores), sino porque marcaba el inicio de algo nuevo en este ‘deporte’ del rap de improvisación en español.
Contrario a lo que se esperaba, Aczino —campeón internacional de la Batalla de los Gallos 2017 en su país- no recibió el apoyo del público en la final. Incluso, su compañero Chuty fue pifiado en un momento, destando toda una discusión del público posterior en YouTube. El efecto de apoyar al más débil se sintió y los asistentes gritaba todas las rimas de Cacha y Dominic. Después de tres réplicas, el team tongo ganaba la competencia.
Cuando leas esto, seguramente Cacha estará en un avión viajando a batallar a un nuevo país a mostrar lo que puede hacer. “En vez de haberme quedado en mi casa, le saqué lo positivo a algo que no tenía nada de positivo (descender de la FMS). Ahora voy a estar en varios países, es una locura. Por ahí quienes nos ven sacan un ejemplo de esto. Si van a pasar cosas malas, siempre hay algo bueno que sacarle”, dice a manera de moraleja de en medio de toda la locura que le toca vivir.
Por Christian Lengua
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