Melissa Klug en modo mamá leona enfrenta a Jefferson Farfán tras perder juicio: “No me quedaré de brazos cruzados”

La ‘Blanca de Chucuito’ no está nada contenta con este revés judicial.

Hace más de un década que Jefferson Farfán y Melissa Klug finalizaron su mediática relación. Sin embargo, no ha dejando de verse las caras en tribunales donde desde entonces ventilan todas sus diferencias, principalmente por los dos hijos que tienen en común.

Una nueva resolución a favor de “La Foquita” enfureció a la exmodelo quien denunció al padre de sus hijos por supuesta agresión psicológica contra el menor. Entonces la justicia dictaminó anular las medidas de protección por considerar que alejan al exfutbolista de sus hijos.

Klug no ocultó su molestia ante las cámaras de “Amor y Fuego” tildaron el fallo contradictorio. “¿Increíble no?”, para luego lanzar un mensaje “indirecto” en sus redes sociales, como suele suceder en cada polémica con su expareja.

“Haga todo el daño que usted quiera pero el día que la vida decida pasarle factura, mastique y trague”. En una intervención en el show de América Hoy, la exmodelo aseguró que “no se quedará de brazos cruzados”, opinando sobre la batalla judicial contra el exfutbolista.

“Totalmente extraño...ya si mi hijo ahora se sentía protegido porque sabía que su papá ya no podía causarle ningún daño psicológico ni emocional, y yo también quería que pasara, esto no se va a quedar así”. Luego cuestionó el sistema judicial del país, “no sé cuántos favores se hacen aquí en el Perú para que puedan de la noche a la mañana resolver sin tener un seguimiento, un proceso”.

“Basta, déjalo en paz”

Los seguidores de programa América Hoy recurrieron a las redes sociales para opinar sobre la nueva polémica de la expareja que no da descanso a su batalla judicial.

“Tus hijos comparten más tiempo contigo, creo que el daño lo ocasionas tú con tu comportamientos lamentablemente quién debe ir al psicólogo eres tú”, “Que es lo que quiere esta mujer ??? Y el marido actuar no pude intervenir . Yo en su lugar de él me sintiera avergonzado”, “Oye, ya basta, déjalo en paz...”.

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