La secuela de “El Diablo Viste de Prada” es casi un hecho: Aline Brosh McKenna volvería a escribir la historia

Disney se encuentra en las negociaciones del regreso de la cinta

Desde el 2006, los fans de la película “El diablo viste de Prada” buscan noticias de movimientos para una secuela de la exitosa historia que protagonizó Meryl Streep y Anne Hathaway. Pues 18 años después, la posibilidad de una continuación son cada vez más verdadera.

En un reporte de Variety, se explica que Disney desarrolla un proyecto encabezado por la creadora de esta película, Aline Brosh McKenna que traiga de vuelta a la editora Miranda Priestly.

“No está claro quién del elenco original regresará, pero según los informes, la historia sigue a Miranda mientras navega por su carrera en medio del declive de la publicación de revistas tradicionales y se enfrenta a Emily, ya que la ex primera asistente ahora es una ejecutiva de alto poder para un grupo de lujo con dólares de publicidad que Miranda necesita desesperadamente”, señala el medio estadounidense.

De momento, se desconoce expectativas de la película con respecto a posibles fechas de la preproducción de manera oficial, al igual que posibles estrenos.

Impacto de El Diablo viste de Prada

“El diablo viste de Prada”, estrenada en 2006 y basada en la novela homónima de Lauren Weisberger, capturó la atención del público por su fascinante exploración del mundo de la moda y el poder corporativo.

Dirigida por David Frankel, la película sigue la historia de Andy Sachs (interpretada por Anne Hathaway), una joven periodista recién graduada que consigue un trabajo como asistente personal de Miranda Priestly (Meryl Streep), la formidable y exigente editora en jefe de la revista de moda Runway.

La trama se desenvuelve en torno a las tensiones entre Andy, quien inicialmente desprecia el superficial mundo de la moda, y Miranda, cuya influencia y determinación desafían constantemente a su equipo. A medida que Andy se sumerge más en este universo glamuroso, pero implacable, enfrenta dilemas morales y personales sobre sus propias ambiciones y valores.

“El diablo viste de Prada” no solo fue aclamada por las actuaciones de Streep y Hathaway, sino también por su representación de temas universales como el sacrificio personal, la ambición y la autenticidad en un entorno competitivo.

La película tuvo un impacto duradero en la cultura popular, inspirando debates sobre la ética laboral, la identidad personal y la percepción de la moda en la sociedad contemporánea. Su legado perdura como un recordatorio de los desafíos y las complejidades del éxito en el mundo moderno.

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