Internet se ha obsesionado recientemente con los viajeros en el tiempo pero la historia que les traemos hoy, centrada en un astronauta, proviene de una vertiente de esta moda poco común pero muy inquietante: cuando existe evidencia tangible que vuelve más inexplicable la presencia de alguien que no debería estar ahí.
En días reciente revisamos el caso de una cuenta de TikTok de alguien que afirma venir del años 2609 quien asegura que Michael Jordan morirá dentro de pocos meses.
De igual manera compartimos el caso de una curiosa pintura del siglo XVII en donde se puede observar en el retrato a una persona sosteniendo lo que bien podría ser un smartphone de gama alta de este año 2023.
Pero ahora les compartimos algo aún más perturbador: un elemento arquitectónico de una catedral española del siglo XVI en donde vemos dentro de la fachada la figura de lo que sólo puede ser descrito como un astronauta.
Esta vertiente detona toneladas mayores de preguntas y teorías, ya que resulta aún más extraño el hecho de su existencia y resulta imposible no preguntarse cómo fue que llegó ahí.
El astronauta que aparece en una catedral de España del siglo XVI: otro viajero en el tiempo
De acuerdo con el sitio Indy100, durante las últimas semanas se ha viralizado este caso donde aquellos creyentes de los viajeros en el tiempo han encontrado a un misterioso astronauta tallado en una iglesia antigua de Europa.
La Catedral de Salamanca, ubicada en España, se compone de dos iglesias, la más antigua de las ambas data de los siglos XII y XIII, mientras que la parte más nueva se construyó en el siglo XVI.
Es ahí donde como parte de la fachada arquitectónica se ha viralizado la presencia de un hombre espacial esculpido junto a otros ornamentos que decoran su pared exterior:
El detalle de la figura es desconcertante, empezando por algunos elementos inconfundibles, como sus botas espaciales. En la iglesia cualquiera puede ver al cosmonauta apoyado en diversos tallos de hojas con un traje espacial de piedra completo, con todo y casco.
Así que naturalmente su existencia ha alimentado las teorías de conspiración de que la estatua podría ser una prueba de la existencia de viajes en el tiempo.
De modo que los colegas de Reuters han tenido que publicar una entrada en su sección de Fact Check para detallar cómo obviamente eso es absolutamente imposible.