Hasta hace pocos días el nombre de Rafael Fernández venía de la mano con el de Karla Tarazona, pero tras darse a conocer su separación muchos volvieron a enlazarlo con la imagen de aquel empresario y deportista, fuera del ámbito familiar.
A sus 45 años, el aún esposo de La Tarazona ha amasado una jugosa fortuna que lo ha llevado a cumplir cada uno de sus deseos, tanto en bienes materiales como en pasatiempos.
Sin embargo, cada uno de esos detalles salieron a la luz tras la mediática relación que tuvo por casi dos años con Karla Tarazona, quien también tuvo la oportunidad de vivir rodeada de opulencia.
En la actualidad Rafael Fernández se describe en su cuenta oficial de Instagram, como deportista de alto rendimiento. Es por eso que frecuentemente comparte los momentos en los que practica los deportes extremos y de élite que tanto le apasionan.
Las lujosas motos, los helicópteros, los yates y los autos de carrera son parte de esa vida paralela con el mundo empresarial que requiere altas cantidades de dinero para poderla llevar a cabo.
Aunque no es lo único, también se ha dejado ver practicando equitación, kite surf, buceo y fórmula 1, deporte en el que ha quedado como campeón en varias oportunidades.
El origen de los lujos
Muy pocos conocen la historia detrás de la exitosa vida de Rafael Fernández y desafortunadamente todo comenzó con un accidente.
Tras sufrir una enorme quemadura en su rostro, “El rey del huevo” conoció las bondades del calcio luego que el dermatólogo le aconsejara consumir siete claras de huevo al día para evidenciar una mejora en su piel. Y dos meses después su cara estaba como si nada hubiera pasado.
Esa gran recuperación lo motivó a compartir los grandes beneficios a través de un producto llamado Eggtreme, una proteína sacada de la clara del huevo que puede ser consumida deportistas y no deportistas.
Es así como desde 1999 Rafael Fernández inició el negocio que le garantizaría una vida llena de opulencia para él, sus hijos y temporalmente para la conductora de ‘D’ Mañana’.