El 2022 se torna turbulento para los Windsor, pues el príncipe Enrique decidió emprender acciones legales contra el gobierno británico, luego de anunciar la eliminación de su seguridad policial en el Reino Unido.
El duque de Sussex, quien vive actualmente en California, Estados Unidos, con su esposa Meghan Markle y sus hijos Archie y Lilibet, quieren volver a Inglaterra para que la reina Isabel II pueda conocer a su bisnieta de 7 meses, pero “no pueden regresar”, porque es demasiado peligroso.
Aseguró el representante legal del príncipe Enrique que los duques han recibido amenazas de “extremistas y neonazis”.
En el verano de 2021, “su seguridad estuvo en juego debido a la ausencia de protección de la policía cuando se fue de un acto caritativo”.
Lo que dice la carta a Boris Johnson
El equipo legal envió una carta al Ejecutivo de Boris Johnson, donde manifiestan la intención del duque de Sussex de buscar una revisión judicial si el Gobierno no cambia de opinión y permite que él y su familia dispongan de seguridad continua durante el tiempo que estén en el Reino Unido.
Aseguran que la posibilidad de que el segundo hijo de Diana de Gales y su familia regresen al Reino Unido está en el aire, ya que “supone un riesgo personal demasiado grande”.
La misiva hace referencia a un incidente ocurrido el año pasado cuando Harry visitó Londres para asistir a la inauguración de una escultura en memoria de su madre.
Según reflejaron medios locales, el día antes del acto la seguridad del príncipe, quien decidió distanciarse de la familia real en 2020, “se vio comprometida debido a la ausencia de protección policial” cuando un grupo de paparazzi le siguieron a la salida del evento.
De escándalo en escándalo
El representante legal insiste en que «el Reino Unido siempre será la patria del príncipe Enrique y un país en el que quiere que su mujer y sus hijos estén seguros», según un comunicado a la agencia británica PA.
Un portavoz del gobierno británico ha respondido afirmando que “el sistema de seguridad de Reino Unido es riguroso y resulta proporcionado”.
Añade el documento que “desde siempre, nuestra política es la de no proporcionar información detallada sobre dichos acuerdos. Hacerlo podría comprometer su integridad y afectar a la seguridad de algunas personas”.
Este es el segundo escándalo en el que se ve envuelta la familia real en lo que va del año 2022.
Ya el príncipe Andrés se quedó sin sus honores reales ante la amenaza de un juicio civil en Estados Unidos por agresión sexual a una menor.