A lo largo de su carrera, Luis Miguel ha sido muy hermético con su vida personal. Aún así, fue el propio cantante mexicano quien autorizó hacer una serie sobre su vida, la cual ya se puede ver desde el domingo pasado en la plataforma Netflix (para España y Latinoaméirca) y por Telemundo para el público de Estados Unidos.
A sus 27 años, Diego Boneta tuvo la responsabilidad de convertirse en el Luis Miguel de las décadas de los 80 y 90. Su transformación fue total. Hasta se separó los dientes para tener un mayor parecido con el intérprete de Cuando calienta el sol.
Esta transformación ha llevado a Boneta, según sus palabras, a ‘no reconocerse en el espejo’. Publimetro conversó con este actor mexicano para profundizar un poco más sobre esta experiencia.
¿Qué es lo más complicado de interpretar a Luis Miguel? El pensarlo no fue difícil, pero el actuarlo sí. Me preparé un año para este papel, ¡es un locura!, un año es muchísimo. A ese tiempo de preparación le saque el mayor jugo posible y fue mucho más intenso que el rodaje, porque cuando me quedé con el papel quería ser todo, pero una cosa es pensarlo y otra cosa es hacerlo. Yo no sabía si podía cantar las canciones de Luis Miguel, yo no sabía qué tanto podría parecerme o cambiar mi tono de voz. En ese año me tocó experimentar mucho.
¿Cómo fue el proceso de transformación? Primero, muchísima investigación. Fueron horas y horas de sentarme con gente cercana a él en los años que me tocó interpretarlo. Yo quería hacerlo auténtico, cómo era Luis Miguel a los 17 años y cómo era a los 21. Quise saber desde las cosas más chiquitas y estúpidas, hasta las más importantes. Me obsesioné un año para convertirme en él, porque es alguien que sigue viviendo y es sumamente relevante. Parte del proceso fue estar en España, trabajando con Juan Carlos Corazza, mi maestro de actuación. Fue genial también estar en San Diego (EE.UU.) y grabar los temas con Kiko Cibrian, el productor vivo que más ha trabajado con Luis Miguel.
¿Qué tan objetivo se puede ser cuando interpretas a alguien que admiras? No puedes ser 100% objetivo porque aunque lo seas, es tu versión de eso. Pero lo que puedo decir es que es increíble la valentía que tiene Luis Miguel al abrirse y contar todo. Todos sabemos lo importante que es su vida privada para él y lo mucho que la ha protegido, y ahora quiere contar todo. Al ver ese grado de compromiso, pues no me tocaba más que hacer lo mismo por respeto a él. Junté toda la información que pude, conversé mucho con él y otras personas para poder estar lo más cerca posible a su vida.
¿Cuál fue el momento más especial de Diego Boneta y Luis Miguel? Cuando Luis Miguel vio en mi celular la recreación que hice de Cuando calienta el sol, me dijo: ‘este soy yo’. Después me abrazó. Es un momento que jamás se borrará de mi mente.
¿Cómo defines la vida de Luis Miguel en comparación a la tuya? Hay muchas similitudes entre su carrera y la mía. Los dos empezamos muy pequeños… de hecho, yo comencé cantando una canción de él. Pero hay dos cosas que nos diferencian: él nació con un talento superdotado, con una voz privilegiada y yo no nací con eso, pero sí con las ganas de estar en un escenario. La segunda es la familia, yo puedo contar con ellos en todo momento y no vengo del mundo del espectáculo.
¿Es fácil desprenderse del personaje? Me separé los dientes, me cambié el pelo, terminé con algunas quemaduras por el bronceado… Cuando terminó todo me quedé en shock, porque no me había tocado interpretar un personaje que necesitara tanto en lo físico, en lo vocal, en todo. Hasta la fecha estoy pasando por eso, aún hablo y me río como Luis Miguel.
*¿Qué piensas de Luis Miguel ahora? * Antes lo admiraba como artista, ahora lo admiro como persona. La gente sentirá empatía por él, por lo que le tocó vivir, por sus sacrificios.
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