El 20 de diciembre de 2009, el mundo despertó con la terrible noticia de que la actriz Brittany Murphy, de 32 años, había muerto repentinamente tras colapsar en la casa de Hollywood Hills que compartía con su madre, Sharon, y su esposo, Simon Monjack.
Su muerte fue declarada un accidente. Pero la oscuridad que la rodeó, ha atormentado a los fanáticos y a sus seres queridos durante casi una década.
El forense del condado de Los Ángeles declaró que la causa de muerte de la actriz fue neumonía, anemia e “intoxicación por múltiples drogas”, tanto de medicamentos recetados como de venta libre. Sin embargo, en la autopsia jamás se encontró evidencia de drogas ilegales en su sistema.
En 2011, un amigo cercano a Murphy declaró para el medio Hollywood Reporter que la actriz había tenido un comportamiento extraño durante sus últimos meses de vida. y poco después de su muerte, Monjack declaró que estaba convencido de que su esposa había fallecido del corazón.
La carrera de Murphy estaba en la ruina debido que estaba sumida en drogas y no estaba consiguiendo más papeles como lo hacía un par de años antes de su muerte. Además, los tabloides difundieron rumores sobre una posible lucha contra la anorexia que según, su esposo, esos rumores eran falsos.
La actriz tenía un soplo cardíaco, que pudo haberse complicado seriamente si a la anorexia se le agregaba su consumo de drogas. Pero al morir, Brittany tenía un peso saludable.
Block escribió que la línea de tiempo que condujo a la muerte de Murphy comenzó con un viaje a San Juan, Puerto Rico. Mientras estaban allí, la madre de Monjack y Murphy se resfriaron y, después de regresar a casa, Murphy captó el mismo error.
Brittany había tenido un accidente automovilístico y otro en el set de la cinta ’8 Mile’ que le provocó convulsiones. Para mitigar los malestares de ambos accidentes, los médicos le recetaron un potente antibiótico (Biaxin), al mismo tiempo que tomaba pastillas para la migraña, medicamentos para la tos y un analgésico nasal pues su esposo le había contagiado un resfriado tras volver de un viaje.
Los pulmones de Murphy estaban colapsados, apenas podía respirar pues se estaban llenando de líquido. La actriz nunca acudió al médico y sólo optó por consultas telefónicas. Monjack le metía paranoia de que los paparazzi comenzarían a armar tabloides diciendo que estaba enferma y que eso afectara su ya decaída carrera.
De acuerdo con la declaración del amigo que habló para Hollywoood Reporter, el esposo de Brittany era un manipulador y controlador que buscaba alejarla de los reflectores y del mundo exterior.
Simon Monjack murió meses después que su esposa, por las mismas causas: neumonía y anemia.
La autopsia de Murphy reveló ambos padecimientos pero nunca mencionó que el día que murió había ingerido un antidepresivo, el medicamento anticonvulsivo recetado, un fármaco inflamatorio, un bloqueador beta que tomaba su esposo y Vicoprofeno para los cólicos menstruales. Y no, tampoco nadie mencionó nunca el maltrato psicológico al que su esposo la tenía sometida.
Nueva Mujer
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