Con el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre ciertas alteraciones que pueden cambiar la talla del calzado, aumentar el tamaño de los pezones, provocar la caída de cabello y el crecimiento de la barba y bigote.
Adele fue víctima de estos cambios y no temió confesarlo ante los miles y miles de fans que la escuchaban en el estadio, “The Hydro”, de la ciudad de Glasgow, en Escocia.
Durante una de sus más recientes presentaciones, la cantante se sinceró y admitió que el nacimiento de su primogénito Angelo, también le dejó un montón de testosterona y en consecuencia una barba.
“La recorté anoche. En realidad es cierto. No estoy jugando. Tengo una barba, pero estoy orgullosa de ella. La llamo Larry”, mencionó entre risas.