Explicó que usualmente en la mente de las personas quedan relatos en los que generalmente aparecen como víctimas o en situaciones en las que se tiene poco poder o poco control de las cosas, pero cuando van contando su historia, se dan cuenta que hay mucho mito, creencia y se va descubriendo que tienen más libertad y más posibilidades de manejarlo.
‘Al contarlo, lo vuelves a pensar, lo racionalizas, creas nuevos elementos más de tu contexto, de tu poder actual; y es así como ayudas a recuperarte’, subrayó el director general del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo Noguchi.
El poder del humor
Castillo subrayó que el valor de “las anécdotas” en la cinta dan mucha más información que un relato más racionalizado. “Una anécdota es captada más por el cerebro emocional que por el cerebro racional, y permite tomar una posición más rápido y resolver mejor las situaciones”, aseveró.
Resaltó que en las historias tristes, generalmente se aparece como víctima; mientras que en las historias con humor, se aparece como saliendo de la situación, con más poder.
Asimismo, explicó que si bien la trama de Asu Mare podría ser la de una novela, lo que la hace diferente es el humor con el que se relatan las vivencias del conocido actor Carlos Alcántara.
Destacó, además, la manera en que está elaborada la historia y que hace que los peruanos se identifiquen con ella. “Es un relato de éxito y superación personal. Es una nueva forma de identificarnos como peruanos y de pensar al peruano como alguien más creativo, que sale de situaciones complejas y difíciles”.
Agregó que antes, al peruano se le identificaba por la nostalgia, el sufrimiento y el dolor, pero ahora es un peruano lleno de salidas creativas y picardía, que es un elemento clave en nuestra identidad, algo que se reconoce en la película.
En opinión del experto en salud mental, la película ‘Asu Mare’ refleja la singularidad de los peruanos y es posible que puesta en otro contexto, por ejemplo fuera del país, no tenga el mismo efecto.
No todas las películas son terapéuticas
El experto indicó que no todas las películas pueden ser terapéuticas. Las que se plantean con sentido del humor pueden ser más terapéuticas, que aquellas con tramas de tristeza que refuerzan el rol de víctima.
‘Probablemente cuando ocurrieron los hechos el personaje sufrió, pero fue porque en ese momento no tuvo refuerzo de poder. Al salirse de ese sufrimiento, es como verse más fuerte, con más poder, lo que hace que lo cuente con humor’, finalizó.