Una broma de muy mal gusto realizó un grupo de jóvenes californianos en una playa de ese estado, luego de que decidieran darle laxantes a cientos de gaviotas que estaban en el lugar.
Los adolescentes camuflaron la sustancia (en pastillas y formato líquido) en latas de snacks, que desparramaron por toda la arena. Esto atrajo la atención de las aves, que devoraron la comida de inmediato.
El resultado fue catastrófico. Hombres, mujeres y niños corriendo y gritando por la costa, mirando al cielo cubiertos de excremento de gaviota y tratando de encontrar explicación al extraño suceso.