En las páginas históricas de los libros y en los archivos más emblemáticos del deporte peruano se recuerda el 31 de agosto de 1969, el día en que la selección peruana hizo historia a nivel mundial porque había dejado fuera del Mundial de México 70 a la nada menos Argentina, que contaba con estrellas mundiales.
A pesar que han pasado 48 años de aquel hecho histórico para el fútbol peruano, los momentos que llegaban las selecciones de Perú y Argentina eran parecidos a lo que viven en la actualidad.
La selección Blanquirroja tenía una sequía considerable de títulos. Su última corona era la Copa América alcanzada en 1939 y los hinchas nacionales necesitaban de momentos felices.
Si bien no había internet y la televisión recién aparecía, la afición seguía la información de la escuadra nacional por la radio y los periódicos.
La esperanza de los peruanos era la actuación de la escuadra dirigida por el brasileño Didí, quien tenía como principales elementos a Rubiños, Roberto Chale, Héctor Chumpitaz, Julio Baylón, Oswaldo ‘Chachito’ Ramírez y Teófilo Cubillas.
Si bien Baylón ni Cubillas anotaron, el espectáculo se lo llevó ‘Chachito’ Ramírez, quien a pesar que no venía anotando goles, se encontró con dos que selló el empate 2-2, luego de ir dos veces abajo en el marcador.
En la Bombonera, los argentinos, quienes eren dirigidos por Adolfo Pedernera, tenían la obligación de ganar sí o sí porque venía de perder 3 -1 con Bolivia, en La Paz, y también con el mismo Perú, en Lima, por 1 a 0.
“¡Perú clasificó al Mundial!”, fue el común denominador de los titulares, con la infaltable foto del once titular en La Bombonera o los tantos de Cachito. La alegría inmediata se centró en el importante empate en Argentina, y en el nuevo ídolo nacional, Cachito Ramírez. Se resaltó el buen juego, su calidad y valentía.
Al día siguiente, la euforia se centró en el resto del plantel y Didí. Teófilo Cubillas, Roberto Chale y el resto del plantel fueron considerados como ‘héroes’ y se exigía laureles deportivos para ellos.