POR VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Tener una energía vital elevada es fundamental para lograr nuestros propósitos en la vida. Para tener tiempo de calidad con nuestra familia, eficiencia y concentración en el trabajo, dar el 100% cuando hacemos ejercicio y, sobre todo, sentirnos plenos con nuestra vida hoy. El ritmo acelerado, la falta de tiempo y hasta la falta de información nutricional pueden hacernos sentir fatigados y cansados. No desesperes, siempre hay soluciones o mejores decisiones que podemos tomar para elevar y mantener alta nuestra energía interna. Aquí les dejo algunos secretitos:
1.- Siempre actúa en función a un propósito. Enfócate en el resultado que deseas obtener. No saber hacia donde vamos nos desgasta. Cualquier acción sin dirección es una pérdida de tiempo y energía. Un gran secreto de las personas que tienen éxito es tomarse el tiempo de visualizar lo más claro posible el resultado que esperan obtener. Hazlo, ya sea perder peso, cambiar hábitos, correr una carrera, graduarte de la universidad o completar las tareas que te has propuesto en el día.
2.- Confía en ti. ¿De dónde crees que sale la fuerza a 300 metros de la meta en una maratón? Uno querrá abandonar porque las piernas ya no dan más. Toda la fortaleza que necesitamos viene de adentro, sea para correr, conseguir esa beca o dar una charla en público que te atemoriza. Tal vez la fe y la pasión sean las fuerzas más poderosas a las que una persona puede conectarse en determinados momentos en los que necesitamos creer que lo lograremos. Si realmente crees en ti, sentirás una energía inexplicable que te acompañará hasta que logres lo que buscas.
3.- Muévete. No existe energía sin movimiento ni movimiento sin energía. No esperes a que de pronto surja tu momento de vitalidad, lo que necesitas realmente es ponerte en acción física para que surja una sensación de vitalidad y eleves tu energía. Aunque no lo creas, nuestra energía está directamente relacionada a cómo nos movemos. Mientras más sedentarios seamos, más faltos de energía nos sentiremos. Si te sientes estancado, ponte de pie ahora y muévete enérgicamente en el mismo sitio, levanta los brazos, balancéalos, gira, eleva las rodillas y poco a poco sentirás cómo inmediatamente surge esa energía vital dentro de ti.
4.- Se consciente de tu respiración y respira por un momento de manera diferente. La respiración es lo primero que cambia con nuestros diferentes estados de ánimo o emociones. Cuando estás estresado, tu respiración se tensa y es más superficial; cuando tienes miedo, se acelera; cuando estás con sueño, se hace más profunda y relajada. La respiración es el único mecanismo inconsciente que podemos controlar. Para manejarla y hacernos sentir como en nuestros mejores momentos, inhala profundamente por unos 4 a 5 segundos e inhala más lentamente por unos 10 segundos. Todo tu cuerpo se alimentará de ese nuevo oxígeno, tu cerebro estará más alerta, tus células y sus mitocondrias utilizarán la glucosa para producir energía y tus emociones se calmarán.
5.- Ingiere alimentos que te nutran. Somos lo que comemos. Nuestro organismo es y se regenerará con todas las sustancias que obtiene de los alimentos que ingerimos. ¿No te ha pasado que después de comer alimentos procesados o no muy saludables simplemente te sientes sin una gota de energía? Pues la digestión es el proceso interno que mayor gasto de energía implica. Es por eso que, si comemos un plato muy copioso, seguramente te sentirás con sueño y pesado. Si deseas optimizar tu energía y mantenerla en niveles óptimos que te den vitalidad, es muy importante elegir bien lo que comes.