Si el virus del Zika hizo pensar a los deportistas que se encontrarían mosquitos en Rio-2016, es más probable que puedan ver muchas especies animales en los alrededores de los campos de golf de los Juegos Olímpicos, que se pueden asemejar a un pequeño zoo.
Capibaras, macacos, perezosos, búhos y serpientes podrían aparecer durante el torneo masculino y femenino de golf, un deporte que regresa al programa olímpico por primera vez en 112 años.
Los golfistas del circuito PGA ya están acostumbrados a ver cocodrilos en los torneos en Florida.
Pero en Rio, hay señales para advertir a los espectadores de la posibilidad de que aparezcan animales salvajes en las zonas del golf.
Mark Johnson, el director del circuito PGA, no está muy preocupado por los caimanes que viven cerca de los hoyos dos, tres, cinco y nueve.
En opinión de Johnson, estos animales suelen aparecer por la noche y son más bien tímidos, si se basa en la experiencia de los torneos de Florida.
“Miden como mucho un metro y medio. En mi caso, estoy acostumbrado a verlos. Cerca de mi casa en Florida hay cocodrilos”, explica Johnson.
Los animales que se atrevan a adentrarse en el recorrido olímpico serán atrapados por personas especializadas y trasladados a parques nacionales.
El recorrido del golf diseñado por Gil Hanse en la laguna de Marapendi, es una reserva natural que alberga 263 especies animales, cuando se hablaba de 118 antes de que este campo fuera creado.
– Grandes roedores – El mayor problema podría venir si los caimanes se pasearan durante la competición.
El director ejecutivo de la Federación Internacional de Golf, Anthony Scanlon, descartó ha un tiempo que hubiera peligro.
“No creo que nos vayan a morder. No vamos a jugar de noche”, señaló.
De hecho, para los cuidadores del recorrido olímpico, los animales con más probabilidad de aparecer son las capibaras, los roedores más grandes del mundo, que pueden medir 60 centímetros de alto y pesar 68 kilos.
“Hay entre 30 y 40 en el perímetro del campo de golf, pero viven aquí. Nosotros jugamos al golf aquí. Cohabitaremos”, explica Johnson.
También hay una gran variedad de serpientes, algunas peligrosas, y pájaros, además de monos en los árboles cercanos.
Un grupo de búhos se ha instalado entre los hoyos 11 y 12, en un área donde han crecido cactus, y otro grupo de estos animales se puede ver en los alrededores del nueve.
“No soy biólogo pero creo que tienen muchas crías estos búhos. Es algo que ocurre mucho en esta zona”, dice Johnson.
Está claro que los campos de golf y su vegetación cercana parecen ideales para todo tipo de animales.
“No vamos a ahuyentarlos. Trabajaremos alrededor de ellos. Los jugadores no se sentirán molestados ni preocupados por todos estos animales”, concluye el director del circuito PGA.