El presidente de la FIFA , Joseph Blatter , criticado por dirigentes futbolísticos y políticos, hizo oídos sordos este jueves a las peticiones de que abandone el cargo en medio de un gran escándalo de corrupción, en la víspera de una elección en la que busca un quinto mandato.
Ni dimisión, ni aplazamiento del 65º Congreso, ni cambio de planes respecto a las elecciones del viernes, que le medirán al príncipe jordano Ali Bin Al Hussein: Blatter siguió adelante pese a la tormenta e inauguró según lo previsto el Congreso electivo de la FIFA, con el tradicional discurso de bienvenida.
“Los sospechosos llenan de vergüenza y humillación al fútbol”, sentenció Blatter en su intervención ante los representantes internacionales. “Los próximos meses no serán fáciles para la FIFA. Estoy seguro de que vendrán nuevas malas noticias, pero lo importante es que podamos restaurar la credibilidad en nuestra organización”, afirmó el presidente.
Blatter subrayó que “no se puede vigilar a todo el mundo en todo momento” y prometió colaborar con las autoridades en el caso por el que fueron detenidos siete directivos de fútbol en Zúrich, de un total de catorce imputados por la justicia estadounidense.
Con esas palabras dejaba más que clara su voluntad de seguir adelante, pese al escándalo y las voces críticas. Una de las más sonoras fue la de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), muy crítica, y la de su presidente Michel Platini, que apoya al príncipe Ali y que pidió a Blatter su dimisión.