“A Burga se le acusa por ser autor del delito contra el patrimonio, fraude en agravio de la Federación Peruana de Fútbol y usurpación de funciones”, indica el comunicado del poder judicial.
En la denuncia también han sido incluídos los dirigentes deportivos Francisco Boza y Arturo Woodman como presuntos autores del delito contra la fe pública y falsedad ideológica en agravio de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp).
Según el juez Alexis López Vargas del 12° juzgado penal de Lima, en 2006 Burga pese a que estaba inhabilitado para postular a la FPF, lo hizo dolosamente y con la supuesta complicidad de altos funcionarios de la Federación para ser elegido.
El magistrado “ha dispuesto el embargo preventivo de los bienes de los procesados a efectos de garantizar el pago de una posible reparación civil”, indica el Poder Judicial.
El actual presidente de la FPF fue citado para el próximo 14 de octubre; en caso de que no se presente, se le declarará reo ausente y se procederá a su captura.
Por su parte, Burga dijo que los cargos de la justicia han prescrito y por tanto no puede ser juzgado y de seguir esta denuncia, podría pedir ‘auxilio’ a la FIFA y amenazó con una posible desafiliación del fútbol peruano de dicho organismo.
“Esos cargos ya han prescrito, ya vencieron. Por el mismo hecho no me pueden juzgar dos veces, pero cuando vengan las desgracias no me echen la culpa, por si acaso. Yo voy a actuar de acuerdo a ley de la mejor manera, pero me parece absurdo que el juez decida abrir instrucción, pero está libre de hacer lo que mejor le parezca”, dijo Burga a la radio Unión.
Manuel Burga no descartó hace unos días postularse a un nuevo periodo, pese a que los 11 años en los que ha estado al frente del fútbol peruano han sido un total fracaso, incluida la última eliminación a la Copa del Mundo Brasil 2014.