La Clericus Cup, el “Mundial de hombres de la Iglesia Católica” organizado desde hace siete años en el Vaticano, se reanuda este fin de semana, antes de que el martes 12 comience el cónclave para la elección de un nuevo papa tras la reciente renuncia de Benedicto XVI.
En los terrenos de juego del Oratorio de San Pedro, 355 sacerdotes y seminaristas de 56 países reanudan la competición en su segunda jornada.
La competición del sábado comenzará con el duelo estelar entre los dos líderes del grupo B, los italianos de la Madonna Celeste del Mater Ecclesiae, contra los franceses del Séminaire Gallico.
Los galos nunca han conseguido batir a sus rivales del sábado, pero este año cuentan en el ataque con un jugador valioso, el capitán Sadio, un gran goleador de origen senegalés.
En el otro partido del grupo se enfrentarán el Gregoriana, el equipo de la Universidad de los jesuitas, y el Col Mex mexicano. Ambas formaciones perdieron en la primera jornada.
El domingo se jugarán los encuentros de los grupos C y D.
Antes de entrar en la Capilla Sixtina para el cónclave, varios cardenales podrían pensar en acudir a animar a alguno de los equipos. La pasada temporada, el cardenal de Sídney, George Pell, estuvo sentado en el banquillo durante la final, que ganó el North American Martyrs.
Dos cardenales figuran en el comité de organización del torneo, el polaco Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, y Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura.