Tras varias postergaciones, el austríaco Felix Baumgartner espera poder el domingo concretar su proyecto de quebrar el récord mundial de caída libre en el cielo de Nuevo México (sudoeste de Estados Unidos) y convertirse en el primer paracaidista que logra romper la barrera del sonido.
Víctima de las inclemencias del tiempo en Roswell, donde tiene lugar la experiencia, el aventurero debió postergar tres veces esta semana su intento, incluida una anulación a último momento el martes, cuando el fuerte viento abortó el lanzamiento.
Felix Baugmartner ya estaba instalado en su cápsula y el globo gigante de helio que debía transportarlo a 36 000 metros de altura (el triple que un avión de línea) estaba siendo inflado cuando los organizadores resolvieron suspender la operación.
Para este domingo, las previsiones meteorológicas son auspiciosas. “Me gusta lo que veo para la mañana del domingo”, dijo el viernes Don Day, el meteorólogo de la misión. “Pero una vez vez más todo dependerá de lo que suceda con el viento”.
“Tal vez debamos esperar, y la ventana (de partida) estará abierta hasta las 11.00 a.m. (hora local). Deberemos prepararnos para un despegue justo después de la salida del sol”, agregó.
El ascenso del globo de helio hacia los confines de la atmósfera tomará entre dos y tres horas. Los organizadores deberán calcular todo al milímetro, al disponer tan sólo de un globo, ya que el que fue inflado el martes se ha vuelto inutilizable.
Una vez que esté a 36 000 metros de altura, Felix Baumgartner abrirá la puerta de su cápsula y se tirará al vacío. Si todo va bien, la operación no debería llevarle más de 20 minutos, incluidos cinco de caída de libre, antes de que el paracaídas sea accionado, a unos 1 500 metros sobre el suelo.
El salto será transmitido en directo por el sitio web de la misión, que dispone de más de 35 cámaras en tierra y en los aires, algunas de ellas adosadas al equipo ultrasofisticado del austríaco.
Baumgartner, de 43 años, busca romper con su hazaña al menos tres récords: realizar el salto más alto y el más rápido en caída libre y convertirse en el primer ser humano en romper la barrera del sonido (1.100 kmh) afuera de una aeronave.