POR VERÓNICA KLINGENBERGERPeriodista@vklingenberger
Se juega desde hace un año y cuatro meses y hasta ahora vamos perdiendo. La bancada de Fuerza Popular no cree en el juego limpio, pero se las ingenia para siempre terminar por salirse con la suya. Ser mayoría es uno de sus talentos. El otro es contar con uno de los financiamientos más importantes de la liga local.
Sus últimos goles:
La aprobación por mayoría –solo con votos fujimoristas- de las denuncias constitucionales presentadas por los congresistas Daniel Salaverry (Fuerza Popular) y Yeni Vilcatoma contra el fiscal de la Nación Pablo Sánchez. Todo esto ocurrió mientras los peruanos estábamos enfocados en el partido contra Nueva Zelanda por la clasificación al próximo Mundial. Mi hermana se refiere a este tipo de comportamientos como ‘cucarachientos’ y no le falta razón. Cuando se va por la sombra es evidente que algo se quiere esconder. La denuncia aún debe ser aprobada en el Pleno del Congreso.
¿Cuándo empezó la marca personal al fiscal? En el preciso momento en que se abrió una investigación contra su lideresa, ama y señora, Keiko Fujimori, llegando a su pico de indignación (qué curioso) el 29 de setiembre, cuando el fiscal José Domingo Pérez aplicó la Ley contra el Crimen Organizado en la investigación por los aportes irregulares de su campaña presidencial del año pasado. El siguiente choque fue el 6 de noviembre cuando el Ministerio Público hizo pública la reapertura de la investigación contra el tesorero de su partido, Joaquín Ramírez (dicha investigación implicaba también a la señora Keiko Fujimori). Ese mismo día, el congresista Salaverry presentó la acusación constitucional contra Pablo Sánchez, por no garantizar la investigación a las empresas peruanas socias de Odebrecht. Ya, claro.
Pero que el último gol no nos borre todo lo ya jugado y ganado por FP. Otra comisión del Congreso, también conformada en su mayoría por fujimoristas, aprobó la modificación a la Ley de Alimentación Saludable. En resumen, en vez de ver etiquetas que alerten al consumidor de manera clara y directa, ahora veremos más cuadros con números cuyo único objetivo es marearnos para favorecer a la industria alimentaria. Y solo un poco antes, el Pleno aprobó también por mayoría el Decreto Legislativo 938, que elimina los beneficios penitenciarios, la liberación condicional o la redención de pena para los violadores y agresores de mujeres y niños. Y esto es solo lo ocurrido en los últimos minutos del juego.
Por suerte, aún no suena el pitazo final. Si alguien puede ganarle a las mañas del fujimorismo, es la sociedad civil. Habrá que estar atentos, concentrados y salir a reclamar lo que nos corresponde. Como dirían los The Who, ‘no seremos engañados de nuevo’.
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