Fidel Castro: Las dos caras de su muerte

Divididos. Mientras para muchos fue un dictador, para otros fue el máximo líder cubano. En la isla, se iniciaron ayer los nueve días de duelo por su deceso.

DAVID CORDERO MERCADO

Luego del triunfo de la Revolución cubana en 1959 bajo el liderazgo de Fidel Castro – quien falleció el último viernes a los 90 años -, fueron cientos de miles los cubanos que salieron de la isla, huyendo de un régimen que desde un principio mostraba señales antidemocráticas, o exilia- dos por un gobierno que no toleraba la disidencia.

Así, exiliado por el régimen, Jacinto Vergel Santamaría salió de Cuba a principios de la Revolución, acogido por la Nunciatura del Vaticano en Argentina.

Rompiendo con la percepción de que el nuevo gobierno cubano ‘quitaba a los ricos para dar a los pobres’, de acuerdo al relato de David Vergel, hijo de Jacinto, el régimen recién establecido de Castro se encargó de arrebatar lo más preciado también para los menos afortunados económicamente: su libertad.

‘Mi papá provenía de una familia muy pobre, pero muy libre en Cuba. Era líder de la juventud católica y él no se fue de Cuba ,lo obligaron a irse’, puntualiza Vergel hijo, cuyo padre llegó luego a Puerto Rico a mediados de la década de 1960, junto a su esposa Elba de Miranda Rodrigues.

Jacinto – quien falleció hace cuatro años- era un ‘guajiro’ (campesino). Había alcanzado el tercer grado de escolaridad y es descrito por su hijo como ‘un luchador por la justicia social’ y abiertamente en contra del régimen de Fulgencio Batista. Pero esos valores no fueron suficientes para una revolución socia- lista que también arremetió contra los cristianos.

‘[ Jacinto] fue perseguido, mataron a sus amigos, fue preso y torturado con canciones revolucionarias. Fue perseguido por sus ideales cristianos, la gente fue sacada de las iglesias. Ese dato histórico no lo tiene la generación de ahora, los templos fueron saquea- dos’, relata Vergel, empresario local nacido y criado en Puerto Rico.

‘Mi familia me narra que en este régimen que- rían como único dios a Castro y que el poder absoluto sería Castro. Fue sin duda una dictadura. Cuando la gente no puede expresar sus libertades, eso es una dictadura’, puntualiza.

Aunque Jacinto tuvo la dicha de salir con vida, muchos de sus amigos fueron perseguidos y asesinados, según nos cuenta Vergel.

Otros cumplieron condenas de cárcel como presos políticos. Uno de ellos fue Daniel, mejor amigo de Jacinto, quien estuvo 14 años preso y en cuyo honor, el hijo mayor del cuba- no radicado en Puerto Rico, lleva su nombre.

Daniel, quien también fue un líder católico, fue absuelto por intervención del Papa Pablo IV, luego de que Jacinto hiciera la petición al Vaticano a través de una carta. Según relata Vergel, su padre ayudó a que más de 200 cubanos salieran de la isla, incluyendo toda su familia.

Sin embargo, varios de los integrantes de la familia materna de Vergel no comparten la misma visión, aunque un lazo más fuerte que las diferencias políticas los mantienen unidos. Hoy, cada cual reflexiona sobre la muerte de Fidel Castro, desde dos puntos de vista totalmente distintos.

‘Soy David Vergel de Mi- randa, hijo de cubanos que fueron perseguidos por el régimen de Castro y considero a Castro un asesino por todo lo que hicieron a mi familia. Pero mi prima y ahijada ve al gobierno cubano como quien le dio los va- lores y el sentido de justicia social. Ella vive muy feliz de ser cubana revolucionaria’, escribió Vergel en su perfil de Facebook.

‘Yo amo a mi ahijada y ella a mí. Ella vea Fidel Castro como un héroe y su todo, pero yo lo veo totalmente distinto. Los dos hemos optado por respetarnos y entendernos y unirnos como familia. Juntos trabajaremos desde cada realidad por un mundo más justo, solidario, participativo, democrático de verdad y feliz. El amor es más fuerte’, añadió Vergel en su mensaje.

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