Con tal de obtener un cuerpo que encaje con los estándares sociales predominantes, jóvenes mujeres mexicanas universitarias —incluso estudiantes de secundaria- recurren al uso voluntario de solventes como tíner, tolueno, gasolina blanca o aguarrás para no sentir hambre y bajar de peso. Esto sin importar que estas sustancias matan neuronas y pueden causar infartos o desequilibrios alimenticios que genera el no comer.
Así lo alertó en entrevista con Publimetro México el ingeniero Enrique Hernández, secretario del Fideicomiso para la Investigación sobre Inhalables, organismo que integra a Petróleos Mexicanos (Pemex); la Asociación Nacional de Fabricantes de Pinturas y Tintas; la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación y la Asociación Nacional de la Industria Química.
Hernándeza explicó que las jóvenes consumen las llamadas mamilas, que es una droga inhalable contenida en envases similares a los de fragancias corporales para mujer hecha con tíner, tolueno, gasolina blanca o aguarrás, disfrazada con saborizante, aromatizante y colorante, para no sentir hambre y saltarse hasta dos comidas en un día.
Esta droga suele ser disfrazada como bodymist o fragancias corporales para mujer, que tienen olores y colores agradables. Por ello Enrique Hernández alertó a las madres de niñas y mujeres adolescentes y a autoridades escolares a mantenerse alerta sobre el posible uso de solventes bajo esta modalidad disfrazada.
Su costo varía entre 1,3 y 2 dólares, y sus efectos en el cuerpo y el sistema nervioso son los mismos que el solvente en bruto, también conocido como mona. Una mamila puede durar hasta 10 horas, tiempo que tarda en evaporarse el compuesto químico. Su consumo demuestra que el uso de solventes como droga ya se extendió a la clase media y no se limita a población en situación de precariedad.
‘Las jovencitas lo que buscan es dejar de comer, brincarse una comida. Mandar el mensaje mental de estar satisfecha y brincarse comidas. Al estar ingiriendo el solvente de forma directa y voluntaria, el cerebro manda el mensaje de satisfacción alimenticia’, detalló el secretario del Fideicomiso.
Subrayó que de 2003 a 2009 la venta de solventes en el país entre adolescentes tuvo un incremento del 1.3 al 4.2%, es decir, casi se cuadruplicó en seis años. Se trata de una droga inicial, es decir, que de esta se puede pasar a otras como marihuana o cocaína, y es de fácil acceso, ya que se obtiene en ferreterías y supermercados.
Daños severos a la salud
De acuerdo con el artículo Inhalables y otras aspiraciones, de Andrea Gallegos-Cari y otros autores, contenido en el portal del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones de la Ciudad de México, los solventes tienen efectos negativos en el sistema nervioso, causan daño renal y hepático, en sistema respiratorio, en la sangre, en el corazón y durante el embarazo.
El texto menciona que ‘existe cierta idea de que los inhalables representan poco riesgo para quien los consume. Sin embargo, con tan solo consumirlos una vez pueden producir sofocación e incluso la muerte por falla cardíaca’.
En el sistema nervioso puede ocurrir parálisis transitoria del nervio craneal, entumecimiento, dolor, problemas musculares, pérdida de visión, de audición, alteraciones en la marcha, temblor e incoordinación motriz.
En relación al sistema nervioso pueden ocurrir accidentes por asfixia o una disminución en la entrada de oxígeno (hipoxia), tos, silbidos, dificultad para respirar, hemorragia nasal, pérdida del olfato y neumonía.
Incluso los inhalables pueden causar la muerte, fenómeno conocido como ‘muerte súbita por inhalación’, y puede ocurrir incluso durante la primera vez que se consumen.
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