No siempre resulta fácil hacer una crítica o sugerencia. A veces cuesta porque no sabemos cómo decirlas sin lastimar a quien las recibe.
Lo que debemos tomar en cuenta al enfrentarnos a esta situación es que hay dos tipos de críticas: las destructivas y las constructivas. Las primeras no aportan nada positivo y solo conducen a dañar la autoestima de la persona criticada. Se caracterizan por no presentar propuestas de mejora. Las segundas, en cambio, tienen como principal propósito mejorar las falencias y retroalimentar una buena relación.
Pero ¿cómo podemos aprender a realizar críticas constructivas en nuestro entorno laboral? Trabajando.com nos da estos consejos.
Primero, no juzgues por juzgar. Solo cuando estés convencido de que le tienes que hacer una crítica a alguien del trabajo, sé concreto y hazlo en un lugar privado, explicándole cómo su comportamiento podría perjudicar a la organización.
Aprovecha la ocasión para reconocer la labor que hace y señala las consecuencias positivas que habrá si esa situación que le mencionas se corrige. Asimismo, demuestra empatía, entiende la posición del afectado y hazle saber que pueden trabajar en alternativas de mejora en conjunto. No impongas reglas ni ideas.
También puede que seas tú el receptor de las críticas, para lo cual es fundamental conservar una buena actitud. Trabajando.com aconseja mostrar buena disposición para mejorar lo que puedes haber hecho mal y reconocer tu error. Sé humilde y trata de no excusarte.
‘Es bueno que reconozcas la crítica como una instancia para mejorar. Mantén el control de tus emociones y siempre recuerda que esto no es personal’. explica.