En estos últimos años, el perfil ideal del ejecutivo ha variado en función a las necesidades y la dinámica de las empresas y los mercados.
Vanessa Palomino, directora de HR-IN, consultora especializada en Recursos Humanos , indica que la versatilidad, el liderazgo y la eficacia ya no son las únicas características que se buscan en un ejecutivo.
Hoy se valora mucho la visión que este tenga del negocio. Es decir, que pueda poseer una mirada a largo plazo que sea estratégica y que vaya de acuerdo con los escenarios económicos y políticos. A ello se suma la capacidad para asumir riesgos calculando los efectos
‘Ahora, los trabajadores más demandados son aquellos que tienen un enfoque integral que permite innovar y generar nuevas soluciones. Además, deben ser flexibles para desenvolverse en entornos cambiantes’, explica.
Pero el papel del ejecutivo debe ir más allá. Según refiere la especialista, este no solo debe tener un rol activo frente al cambio, sino que además, debe liderarlo.
‘Deben ser capaces de gestionar mejoras, trabajar y procurar el desarrollo de su equipo estando al frente de este. Un buen empleado es promotor de las nuevas soluciones y lleva a la organización al éxito’, agrega.
Palomino también destaca que el profesional líder debe tener un nivel de involucramiento que le permita saber qué ocurre y qué necesita su organización.
Asimismo, el ejecutivo debe ser capaz de liderar a un equipo integrando a todos, incluso si se trata de diferentes generaciones.
Finalmente, la experta pone hincapié en las habilidades blandas del profesional (especialmente si está en los niveles gerenciales o son jefes de área), tales como la ética, la responsabilidad, la facilidad para comunicarse y la creatividad, entre otras.