¿Qué beneficios ofrecen los centros preuniversitarios?

Hablamos con especialistas de la UPC y la UNI. Ellos coinciden en que brindan adecuados hábitos de estudio y preparan a los alumnos no solo para ingresar a la universidad, sino también para que luego puedan llevar una vida académica exitosa.

Por Valerie Dinev

Hoy en día existen varias modalidades para ingresar a la universidad: por examen de admisión, como parte del tercio superior o el quinto superior del colegio, como deportista destacado o a través de un centro preuniversitario.

Este último forma parte del sistema educativo de casi todas las universidades, tanto privadas como públicas, en nuestro país.

Según Héctor Viale, director de la Dirección de Prospección Académica de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), los centros preuniversitarios aparecieron como una necesidad de cubrir la brecha existente entre lo que se enseña en el colegio y lo que se exige en la universidad.

‘La preocupación central de los centros preuniversitarios es brindarle al alumno los adecuados hábitos de estudio y las estrategias de aprendizaje para un buen desempeño en la carrera universitaria’, agrega Viale.

Como se sabe, el nivel académico de los colegios en nuestro país es muy dispar, los hay muy buenos y otros en el extremo opuesto. ‘En los centros preuniversitarios se eliminan esas diferencias porque, si bien hay algunos temas que los estudiantes recién empiezan a conocer, en el Centro Preuniversitario de la UPC se les enseña que es más importante que aprendan a estudiar y que aprendan a aprender’, explica Viale.

Por eso, los centros preuniversitarios son importantes, ‘ya que no se centran únicamente en el ingreso a la universidad, sino que se prepara a los estudiantes para que puedan desenvolverse de manera exitosa’, agrega.

Para Francisco Montero Córdova, jefe de Imagen del Centro Preuniversitario de la Universidad Nacional de Ingeniería (Cepre-UNI), este sistema es eficaz y eficiente si el alumno es ‘empeñoso’ en su estudio.

‘La mayoría de los estudiantes que ingresan a la Cepre-UNI terminan asombrados y dicen que acá verdaderamente se estudia. En el colegio, los chicos esperan a que suene el timbre para ya irse a su casa, pero en el centro preuniversitario pasa todo lo contrario. Puedes ver a gran cantidad de alumnos preguntándole más cosas al profesor ya acabada la clase’, cuenta Montero Córdova.

A diferencia de las academias, que se enfocan en preparar a los alumnos para aprobar el examen de admisión, los centros preuniversitarios se orientan también a que los chicos puedan enfrentarse mejor a la vida universitaria que les espera en los siguientes años.

‘Muchas veces, el chico que da el examen de admisión está entrenado por las academias para marcar solo las respuestas, incluso sin necesidad de conocer el tema a profundidad’, indica Viale.

Esto llevaría a que el alumno (aunque ingrese en un buen puesto) luego no tenga una exitosa vida académica universitaria.

‘Los chicos de un centro preuniversitario se distinguen de los que han estudiado en una academia. En el caso de la UNI, los primeros tienden a ser el tercio superior en sus respectivas carreras’, dice Montero Córdova.

En cuanto a las vacantes que ofrecen para ingresar a la universidad, por ejemplo, de 1.000 postulantes que ingresan cada ciclo a la UNI, 300 son chicos de la Cepre-UNI. En el caso de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, de 400 cupos, 20 son de la PreCayetano.

Para ingresar a la universidad desde los centros preuniversitarios, por lo general, se exige terminar el programa con nota aprobatoria y, en algunos casos, pasar por una entrevista personal.

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