Casi dos personas por hora murieron asesinadas en las capitales de Brasil en 2014 en crímenes violentos e intencionales, informó el miércoles la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública.
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“Los resultados muestran un cuadro extremadamente preocupante. Las capitales impulsan la violencia en una proporción mayor de lo que era posible imaginar”, comentó Samira Bueno, directora ejecutiva de esa organización no gubernamental.
Según el 9° Anuario Basileño de Seguridad Pública, que aún está siendo elaborado por el Foro, hubo 15.932 crímenes violentos letales intencionales en 2014, lo que equivale a 1,81 personas asesinadas por hora. El número total fue superior a los 15.804 registrados en 2013.
El estudio consideró homicidios dolosos, lesiones seguidas de muerte y crímenes derivados de robo. Bueno explicó que la tasa media nacional en 2013 fue de 25,2 muertes por cada 100.000 habitantes, mientras que la tasa en las 27 capitales brasileñas fue de 33. Se proyectó la misma cifra para 2014.
“Los datos nacionales aún están en fase de tabulación, pero en principio creemos que no hubo cambios en ese cuadro”, comentó.
En 2014 la ciudad más violenta en cantidad de homicidios fue Fortaleza, la capital del estado de Ceará en el noreste del país, con 1.989 crímenes violentos letales intencionales. La tasa se ubicó en 77 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.
En números absolutos, le siguieron Salvador (Bahía, noreste) con 1.397 crímenes y la rica Sao Paulo (sureste) con 1.360. Sin embargo, en relación a su población de 11 millones de habitantes, Sao Paulo ostentó la tasa más baja del país con 11,4 crímenes por cada 100.000 habitantes en 2014, un 4,3% menos que en 2013.
Con una tasa de 20,2 asesinatos cada 100.000 habitantes un 6,4% menos que en 2013 Rio de Janeiro, que acogerá en menos de un año los Juegos Olímpicos, registró el año pasado 1.305 crímenes violentos letales intencionales.
El Anuario divulgó además los gastos en seguridad pública en Brasil. En total en 2014 se destinaron 71.200 millones de reales (unos USD 18.200 millones al cambio actual), un alza de 16,6% en relación al año anterior. Sao Paulo, Minas Gerais y el Distrito Federal de Brasilia fueron los estados que más recursos destinaron a combatir la criminalidad.
Para la ONU, a partir de los 10 homicidios por cada 100.000 habitantes se considera un nivel epidémico.