Con el objetivo de ahorrar consumo energético y dinero el Ministerio de Energía y Minas (MEM) viene recomendando a las familias y restaurantes ahorrar energía con mejores prácticas.
A través de la Dirección General de Eficiencia Energética (DGEE) recomienda a las familias y a los propietarios de los restaurantes a realizar mejores prácticas en sus quehaceres diarios.
Tapar ollas Una de ellas consiste en tapar ollas, cazuelas y sartenes para ahorrar diez por ciento de energía.
‘Si se cocina con olla a presión y poca agua, el ahorro puede llegar a 50 por ciento’, añadió la directora de la DGEE, Rosa Luisa Ebentreich.
Refrigeradoras adecuadas Mencionó que el refrigerador ocupa el 29 por ciento del consumo de energía en los hogares peruanos.
En ese sentido, aconsejó a los usuarios abrir lo menos posible la puerta de este electrodoméstico y cerrarla con rapidez a fin de evitar un gasto innecesario de energía.
‘No se debe adquirir un refrigerador más grande del que se necesite y además se debe revisar siempre que las gomas de la puerta del electrodoméstico estén en buenas condiciones para garantizar la hermeticidad y haga un buen cierre a fin de evitar pérdidas de frío’, precisó.
Reemplazar focos Asimismo, recordó que tanto en los hogares como en los restaurantes debe asegurarse que las instalaciones eléctricas se encuentren en perfectas condiciones, de lo contrario gastarán más energía.
En ese sentido, recomendó reemplazar los focos conocidos como los incandescentes, de preferencia, por focos LED o focos ahorradores.
Pintar de blanco la casa ‘Otra alternativa que pueden aplicar sería que pinten las paredes y techos de las viviendas y establecimientos comerciales con tonos claros y luminosos de manera que la iluminación se refleje y se distribuya mejor’, añadió la especialista.
Etiqueta de eficiencia Sugirió, igualmente, que al comprar electrodomésticos debe optarse por los que cuenten con la etiqueta de eficiencia energética con la flecha señalando la clasificación A y B, que implican mayor eficiencia de energía.
Mientras que los colores rojos clasificados con las F y G son los menos eficientes y consumen más energía.