Norma Zuasnabar quería lucir hermosa el día de su boda, así que horas antes fue a un salón de belleza para hacerse un tratamiento facial, pero terminó desfigurada. El hecho ocurrido en Huancayo reveló la cantidad de spas clandestinos en la ciudad y la falta de supervisión en sus productos.
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“Yo fui para que me hagan un tratamiento. Cuando me estaba echando le dije que me ardía la cara. Pero la mujer me dijo que así era. Entonces me echó mucho maquillaje. Luego pude observar como salía agua de mi rostro como si hubiera pus”, dijo la agraviada.
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Sin embargo, la trabajadora del local de belleza negó las acusaciones e indicó que la crema que usa es la adecuada, cuando es de conocimiento que también se usa para decolorar el cabello.
En tanto, Norma decidió casarse y refirió que todos los ahorros que iban a ser empleados en su luna de miel, ahora sirven para sus medicamentos.