ChihiraAico da la bienvenida a la cadena de almacenes más antigua de Japón.
La recepcionista robot no solo puede sonreír y parpadear, también puede cantarle a los visitantes.
A diferencia de sus colegas de la vida real ella todavía no puede responder preguntas, aunque se espera que aprenda con el tiempo.
“Nuestro objetivo es desarrollar un robot que pueda hacer poco a poco lo que hace un humano. El nivel de servicio al cliente es de primera calidad en esta tienda Mitsukoshi”, señala Hitoshi Tokuda, especialista principal en Toshiba.
Por el momento la nueva empleada muestra una incansable capacidad de dar la bienvenida a los clientes, no se queja de las largas horas de trabajo y no muestra ningún síntoma de cansancio.