Por Karen Espejo
Los tailandeses Ekkachai y Laksana Tiranat se han besado por más tiempo que nadie en el mundo. El 14 de febrero del 2011, al sur de Bangkok , en Tailandia, esta pareja ganó una maratón por San Valentín con un beso apasionado que se extendió por más de 46 horas.
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Dos años después, rompieron su propio récord, al unir sus labios durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos . Ambas hazañas no solo quedaron registradas en el Libro de los Récords Guinness, sino que también desataron una celebración global. De hecho, las prolongadas muestras de afecto de esta pareja dieron inicio al Día Internacional del Beso cada 13 de abril.
En la actualidad, ya son decenas de países en todo el mundo -incluido el Perú- los que celebran este día con torneos y maratones para los ósculos más románticos y apasionados. Por ello, hoy, que homenajeamos a esta expresión social de afecto, amor y placer, repasamos sus beneficios con Manuel Saravia, psicoterapeuta de MS Instituto Psicológico y Consultoría.
Para empezar, Saravia señala que los besos alivian el estrés, son relajantes y generan placer. Está demostrado que estas caricias disparan señales hacia el cerebro y liberan neurotransmisores como la dopamina, la endorfina y la feniletilamina, que son las llamadas ‘hormonas de la felicidad, la motivación y el buen estado de ánimo’. Otro beneficio a nivel personal es el promedio de 34 músculos de la cara que se ejercitan simultáneamente en un simple beso.
Una filosofía de vida
Manuel Saravia señala que este simple acto es una de las expresiones más profundas e importantes de las relaciones humanas. Una investigación de la Universidad de Butler, en Estados Unidos, descubrió que el 90% de personas recuerdan con más precisión su primer beso antes que su primera relación sexual.
‘Culturalmente es algo bastante simbólico y tiene que ver con nuestro sistema de creencias y modelos de afecto que vemos desde la niñez’, precisa Saravia. En ese sentido, los besos en las relaciones de pareja no son simples expresiones de cariño. ‘Deben ser consideradas como parte de una filosofía para conseguir una mejor calidad de vida en estos tiempos’, señala.
Los primeros 18 meses de una relación, dice el especialista, se conocen como la ‘fase activa’ de la química sexual, un tiempo en el que la pareja es más expresiva afectivamente y se muestra más enamorada en público y en la intimidad.
Luego, como en toda relación humana, hay un desgaste natural y baja el nivel de esta química. Según Saravia, allí es justamente donde la pareja debe fortalecer los lazos con rutinas positivas como los besos en diversos momentos del día: para saludarse, para despedirse, agradecer o celebrar.
Para todas las parejas
Pero ojo: esto rige tanto en parejas jóvenes como en las maduras, sostiene Saravia. Incluso en los adultos mayores (desde los 65 años) y en los denominados ‘adultos de la cuarta edad’ (mayores de 80 años) es positivo prodigarse besos. ‘En la medida que se fortalezcan los vínculos de la pareja, hay más probabilidades de que la relación se sostenga en el tiempo, y el beso es la mejor manera de hacerlo’, recomienda.
El hashtag #DíaInternacionalDelBeso se hizo tendencia en Twitter, donde los usuarios tuvieron diversas reacciones:
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