La forma de dar las manos a la liberiana, con chasquido de dedos y adornada, corre peligro. Este saludo cotidiano se ha convertido en otra víctima del virus del Ébola que ha devastado varias zonas de África occidental. La gente evita el contacto corporal, por lo que darse la mano desaparece, para lamento de algunos:
“En Liberia, estrechar las manos es cultural. Estrechamos las manos, chasqueamos los dedos, es nuestra cultura. Creo que nosotros estrechamos las manos más que cualquier otro país de África occidental, incluso de toda África”, señala el ciudadano Samuel Smith.
El ébola se transmite por contacto con fluidos corporales de alguien infectado con el virus. En las calles de la capital de Liberia, Monrovia, el saludo con las manos se ha reemplazado.
“Estamos estrechando las manos, pero tenemos un método diferente. Chocamos el pecho, entre nosotros, como amigos. Cuando chocas con alguien en Liberia, la persona sabe que es estrechar la mano, por el ébola”, indica el artista Emmanuel Baffour.
La teoría dice que si chocas los codos, con manga larga, evitas el riesgo de contagio. En la vecina Sierra Leona, también afectada por la epidemia de ébola, algunos jefes locales han ido un paso más allá, multando a los que estrechen la mano.
“Da igual dónde toques, te morirás, así que ya no lo hacemos. Y a cualquiera que estreche las manos en mi territorio, se le impondrá una multa de 500.000 leones”, advierte Maro Lamina Angbathor, jefe de Lokomasana.
Esos 500.000 leones, moneda del país, son 100 dólares de multa por estrechar la mano, en un país donde el salario medio es de 48 dólares al mes. Con más de 6.800 muertos por el virus del ébola, la mayoría de africanos de la región son conscientes de que dejar de estrechar la mano es un pequeño precio a pagar por limitar un riesgo mayor.