El Ministerio Público peruano informó el martes que llevó a cabo investigaciones y estudios de ADN de unas 80 víctimas, hombres mujeres y niños, que habían sido halladas en fosas comunes clandestinas, y al culminar el proceso de identificación entregó los restos de 65 de ellos a sus familiares, que llegaron desde sitios alejados a buscarlos.
“Los 80 restos humanos y elementos asociados fueron identificados por métodos antropológicos, odontológicos forenses, y pruebas biomoleculares (ADN) luego de un proceso de Investigación Forense Interdisciplinaria , realizada por el Equipo Forense Especializado (EFE) que duró 04 años (2011-2014)”, informó el Ministerio Público en su página web.
La entrega de los restos a los familiares se realizó en ataúdes blancos que contenían osamentas, pertenencias de las víctimas y vestimentas halladas en fosas comunes.
Los familiares de los muertos desfilaron por las calles de la localidad de Huamanga (Ayacucho, sureste) cargando los ataúdes, según medios locales.
A manos de la guerrilla
De acuerdo a las investigaciones fiscales los asesinatos fueron cometidos entre 1984 y 1991 por miembros de la guerrilla Sendero Luminoso, y por militares y policías que acusaban a los campesinos de ser aliados de la guerrilla.
El fiscal de la Nación, Carlos Américo Ramos Heredia, presidió la ceremonia de entrega de restos relacionados con 28 casos de investigaciones, informó el Ministerio Público.
“Sabemos que hay muchas fosas por descubrir y de manera efectiva se deben incrementar los médicos forenses y fiscales especializados en derechos humanos para que intervengan en estos casos”, dijo el fiscal Ramos.
El departamento de Ayacucho, sureste de Perú, era el principal bastión de Sendero Luminoso y centro neurálgico de las operaciones militares.
Consecuencias del conflicto
El conflicto interno en Perú entre las guerrillas Sendero Luminoso y MRTA y las fuerzas armadas dejó unos 70.000 muertos, y unos 15000 de ellos fueron desaparecidos, según cifras de una Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Un programa de exhumaciones que se inició en 2006 permitió recuperar en los últimos años más de 2.900 cuerpos, de los que unos 1.500 fueron identificados y entregados a sus familiares, según el Ministerio Público peruano.