Desde muy temprano los limeños nos levantamos para cumplir con civismo nuestro deber de elegir al próximo alcalde de Lima. A las 8 a.m. se abrían las mesas de votación, pero desde mucho antes los ambulantes iban acomodando sus puestos en zonas estratégicas.
Sobre todo en la zona del Cercado de Lima se pudieron ver decenas de carretillas vendiendo platos de comida, desayunos y helados, entre otros.
Aunque causaban desorden y tráfico, la gente agradeció que les salven la mañana con un menú al paso. Ellos también ganaron algo con las elecciones.
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